Santa María Madre de Dios
¡Feliz sábado! En este fin de semana de Pentecostés no puede faltar la música mariana del sábado. Vamos a ponernos serios porque vamos a recibir a un grandísimo compositor cuya música nos deja boquiabiertos una y otra vez. Este genio de la música siempre convirtió en oro todo lo que compuso, desde incluso las obras de su más tierna infancia. Ha dado a luz obras inmortales pero esas otras que son desconocidas también nos siguen maravillando. Seguro que sabes a quién me refiero...
Mozart nos ofrece hoy su obra titulada Sancta Maria, mater Dei, KV 273, que es un «Graduale ad festum BMV», es decir, un gradual para la fiesta de la Bienaventurada Virgen Maria. Es una obra compuesta en 1777 para solistas, coro, cuerdas y órgano. Ese año Mozart pudo abandonar los servicios al arzobispo Colloredo y comenzó un viaje europeo con su madre. Esta obra pudo ser una ofrenda votiva a la Virgen antes de marcharse. Su simplicidad nos desarma y su material temático está perfectamente equilibrado. El coro presenta unas líneas encantadoras (habituales en Mozart) y el acompañamiento instrumental que las adornan tiene partes independientes. Una verdadera delicia.
La partitura de la pieza puedes conseguirla aquí.
La interpretación es del Coro Arnold Schoenberg y el Concentus Musicus de Viena dirigidos por Nikolaus Harnoncourt.