Sencillamente largo



¡Feliz jueves! Si sigues este humilde blog regularmente sabrás que por lo menos una vez en semana me gusta traer música compuesta por una mujer. Creo que es necesario darla a conocer porque tiene calidad por sí misma, sin comparaciones. La compositora que te traigo hoy, felizmente viva, es la primera vez que aparece por aquí. Espero que no te eche para atrás la etiqueta de música contemporánea porque la obra que te propongo es de una belleza muy especial.

Te presento a Elisabetta Brusa (1954), compositora italiana nacida en Milán. Le gusta componer en un estilo abiertamente tonal, alejándose así de los clichés en los que suele fluctuar la música contemporánea. Su estilo siempre es fresco y directo. Con solo cinco años empezó a componer obras para piano y cuarteto de cuerdas. Poco después se matriculó en el conservatorio milanés. En la década siguiente a 1976 viajó también al Reino Unido para visitar y aprender de su mentor, Peter Maxwell Davies. Entre los premios recibido está el de composición para cuarteto de cuerdas de Washington y el de la Fundación Fromm. En 1983 consiguió una beca y le permitió asistir a cursos de Hans Werner Henze y Gunther Schuller. Ha sido profesora del Conservatorio Giuseppe Verdi de Milán en el que ha enseñado composición y orquestación tradicional. Desde el año 2018 es también ciudadana británica. Su música cubre una gran cantidad de ambientes y estados de ánimo y, usando un lenguaje más tradicional y una instrumentación clásica aún tiene muchas cosas que decirnos.

La obra que nos ofrece hoy se titula Simply Largo, op. 21. Es una composición de 2008 para orquesta de cuerda. Es una obra, usando palabras de la propia compositora, cercana a la neo-tonalidad y al neorromanticismo pero en el sentido original de la palabra. La armonía es esencialmente pandiatónica con momentos pancromáticos. La obra es moderna pero accesible, llena de la intensidad con que el conjunto orquestal para cuerdas suele ofrecernos. La obra, en ese ambiente serio y oscuro, se desarrolla llena de emoción y de una nostalgia especial. En algunos aspectos recuerda al Strauss más arrebatador. Una composición que obtiene de nosotros un gran despliegue de sentimientos.

La interpretación es de I Solisti Veneti dirigido por Claudio Scimone.

Volver arriba