Señor, salva al rey
¡Feliz martes! No estoy pidiendo por ningún monarca en especial aunque el texto de la obra de hoy sí fue escrito para uno concreto. Sin embargo, lo importante es la música y eso es lo que vamos a escuchar hoy: una composición de la buena que proviene de un maestro muy importante que no es demasiado conocido por este tipo de composiciones. Pero tenemos que escuchar de todo para que nuestro conocimiento musical se agrande y podamos disfrutar de cuantas más obras mejor.
Hoy te traigo su motete Domine salvum fac regem S. 23, obra para coro y órgano. El texto era para alabar al rey Luis XIV pero poco a poco se impuso como texto solo; es el «Dios salve al rey» y de alguna forma parafrasea el salmo 21. Toda la audacia armónica de Liszt podemos apreciarla aquí, en una pieza con intervenciones solistas que crea momentos camerísticos junto con otros de marcada fuerza. Esta composición de 1853 pertenece al periodo de madurez del compositor, al que vemos que se movía como pez en el agua en cualquier tipo de música, desde la gran sinfónica a esta pequeña joya.
La partitura de la composición puedes conseguirla aquí.
La interpretación es del Conjunto Coral Masculino Honvéd con László Adrián Nagy al órgano.