Ven, dulce cruz

Para este Viernes Santo no hay título más bello que este y me atrevería a decir que música más bella que la que te propongo hoy. Nos va a venir de la pluma de uno de nuestros queridos compositores que está con nosotros continuamente. La obra solo puede calificarse de impresionante, llena de profundidad, de misterio, de religiosidad, de encanto, en fin, de belleza.

En la segunda parte de la misma está contenida el aria Komm, süsser Kreuz, precedida de su recitativo. La voz que canta es la de bajo y el instrumento obligado que Bach usa en ella es la viola de gamba. En su tiempo, este instrumento estaba asociada a la decadencia y la muerte. Es posiblemente el fragmento más complejo que el viejo peluca escribió para este instrumento. Originalmente usó el laúd pero luego cambió el instrumento de música frotada con el que proporcionaba una sonoridad distinta, sorprendente y que quedaría poco familiar en el contexto de la obra. Muy probablemente la complejidad de esta parte para viola se relaciona con la dificultad de Jesús para llevar la cruz, una complejidad que Bach hace independiente del texto y directamente la embebe dentro de la orquesta. ¡Feliz Viernes Santo!
La interpretación es de Stephen MacLeod (bajo), Philippe Pierlot (viola de gamba) y el Collegium Vocale de Gante dirigidos por Philippe Herreweghe.