Virgen toda bella

Tota pulchra es, Lasso

¡Feliz sábado! Llegamos al sábado y es tradición que aquí escuchemos música de contenido mariano. Que Palestrina era el mayor polifonista de su tiempo es algo que he dicho aquí por activa y por pasiva; que también lo era Tomás Luis de Victoria es algo conocido por todos. El maestro de hoy es el tercero de ese triunvirato que triunfó en el siglo XVI en toda Europa y sentó las bases de muchos siglos que vendrían después. ¿Te apetece su compañía?

Orlando di Lasso

Hoy será la de Orlando di Lasso (1532-1594), compositor belga nacido en Mons. Su producción no solo se restringía a la música religiosa puesto que también compuso chansons francesas y lieder alemanes. Toda era tenida en tan alta estima que circulaba como la pólvora por las imprentas europeas de su tiempo. Se cuenta la leyenda (quizá sea verdad) que llegó a ser secuestrado hasta tres veces debido a que su voz de soprano causaba verdaderos delirios. Pasó una etapa en Italia empapándose de lo que allí se componía y llegó a ser nombrado en 1551 maestro del coro de la basílica de San Juan de Letrán, puesto que ocuparía Palestrina dos años más tarde. Supo que sus padres estaban enfermos y cuando regresó a Mons se los encontró fallecidos y sepultados. En 1557 fue contratado para trabajar para el duque Alberto V de Baviera en Múnich y allí permaneció hasta su muerte. Por cierto, que era una ciudad que le encantaba y estaba contentísimo de trabajar allí.

De Lasso (o Lassus, que era su apellido original) disfrutemos de su motete Tota pulchra es. Es una obra a cuatro voces con texto del Cantar de los Cantares bíblico. Los estudiosos de la obra del maestro parece que coinciden en que la obra debería datarse en la década de 1570. Algo característico en la música de Lasso es la introducción de sutiles cromatismos que colorean sus obras de una forma especial. Aquí los encontramos en la expresión vineae florentes odorem, con las voces casi describiendo esa paleta de olores de la viña. También destaca la intensidad de mel et lac sub lingua tua, también un momento muy intenso. Se nota que el maestro dominaba los géneros profanos ya que sabía plasmarlos perfectamente en los sacros.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de The Cardinall's Musick dirigidos por Andrew Carwood.

Volver arriba