En un antiguo jardín



¡Feliz miércoles! No sé si alguna vez te he traído por aquí música compuesta en Canadá. Tengo un compositor en mente pero creo que no logro localizar una obra suya así que me parece que no, que no ha aparecido por aquí. Por tanto, estamos de enhorabuena porque no solo vamos a disfrutar algo de ese país sino que quien ha compuesto la obra es una mujer. Ya sabes que una vez por semana me gusta traer algo compuesta por una compositora, para darles la presencia que se merecen.

Y hoy nos visita Alexina Louie (1949), compositor canadiense nacida en Vancouver. Comenzó a estudiar música a la edad de nueve años. Se trasladó a Estados Unidos y allí, a la vez que estudiaba, enseñó piano. Luego se mudó a Toronto y recibió diversos encargos que se interpretarían en diversas ocasiones en su país. También ha compuesto obras para películas y televisión de forma que la carrera de esta mujer puede calificarse de variada porque también se dedica a dar clases y a ser propagadora de la música canadiense en su país y afuera. Ni que decir tiene que los premios también le han llovido dada su calidad e incluso le ha sido otorgada la Orden de Canadá en 2005. Seguramente el nombre esta mujer sea nuevo para ti (para mí lo era hasta que escuché esta obra) pero, como puedes ver, es toda una autoridad en su país. Su música también recibe diversas influencias, algunas más radicales y obras más complacientes con el oyente. Merece la pena escuchar su obra, como ahora mismo comprobaremos.

Una de las obras de Louie es «Escenas desde una terraza de jade» y su segundo movimiento, que es el que vamos a escuchar se titula Memorias en un jardín antiguo. Se trata de una obra para piano compuesta en 1987 para el pianista Jon Kimura Parker. Es una obra que está bastante presente en el repertorio de los pianistas canadienses. La propia compositora dice que este movimiento es «otro mundo» y en él solo le da una instrucción al intérprete: «tocar como si se estuviese intoxicado por el perfume de miles de flores»; curiosa indicación. Usa el principio de blanco y negro, con una mano ejecutando un clúster de notas sobre las teclas blancas y otro sobre las negras. Estos se mueven de forma orgánica y el intérprete ejecuta acordes que crean una sensación de verticalidad. Además, tiene que manejar las cuerdas del interior del instrumento y todo para crear un ambiente irreal que dé la sensación de que estamos escuchando una música de reminiscencias orientales.

La interpretación es de Elizabeth Clarke al piano.

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