De baile por el norte
¡Feliz miércoles! Hoy vamos a viajar a tierras del norte de Europa. De paso vamos a echar un baile por allí que ya sabes que el baile libera el espíritu y nos hace llenarnos de energía. Primero si yo te hiciera la pregunta de que me dijeses el nombre de algún compositor del norte de nuestro continente, ¿con cuál me responderías? Es probable que lo hicieses con el maestro que te traigo hoy, un nombre conocido entre los aficionados y cuya música sigue no solo interesándonos sino maravillándonos.
Te ofrezco hoy sus Danzas noruegas, op. 35. Están basadas en melodías que halló en una colección de Lindeman y que se emparenta con las obras de Brahms y Dvorák. El compositor las escribió primero para dos pianos (y así ser interpretadas en los salones) pero luego fueron orquestadas por Hans Sitt, en una versión que es la que habitualmente se interpreta más. Están escritas en una sencilla forma ternaria, tres en el esquema rápido-lento-rápido y la otra en el orden reverso. En realidad constituyen una forma más amplia de sinfonía. La obra está llena de bellas melodías, con una gran inspiración, alegres, de armonía colorida y, en fin, llena de ese tipo de música que inmediatamente nos saca una sonrisa.
Los movimientos son:
1. Allegretto marcato.
2. Allegretto tranquilo e grazioso.
3. Allegro moderato alla marcia.
4. Allegro molto.
La partitura de la pieza puedes descargarla aquí.
La interpretación es de la Orquesta Sinfónica de Gotemburgo dirigida por Neeme Järvi.