De baile por el norte



¡Feliz miércoles! Hoy vamos a viajar a tierras del norte de Europa. De paso vamos a echar un baile por allí que ya sabes que el baile libera el espíritu y nos hace llenarnos de energía. Primero si yo te hiciera la pregunta de que me dijeses el nombre de algún compositor del norte de nuestro continente, ¿con cuál me responderías? Es probable que lo hicieses con el maestro que te traigo hoy, un nombre conocido entre los aficionados y cuya música sigue no solo interesándonos sino maravillándonos.

Es posible que a esa pregunta hubieses respondido con el nombre de Edvard Grieg (1843-1907), compositor noruego nacido en Bergen. Su obra pronto fue muy apreciada. La compositora Ethel Smyth alabó mucho la obra el noruego. Una vez comentó que le gustaba mucho una de sus obras pero que la coda de uno de los movimientos no estaba a la altura del resto. Grieg respondió: "¡Ah! Sí. En ese momento se me fue la inspiración y tuve que terminar la obra sin ella". Es sabido que Grieg mantuvo un idilio con su prima Nina Hagerup con quien se casó. Fue su musa y su inspiradora. El compositor afirmaba que era la única capaz de interpretar sus canciones correctamente. Esa capacidad de ella para ser inspiración no solo se quedaba en el noruego: Delius, el compositor británico, le dedicó dos ciclos de canciones. Como puedes ver, Grieg supo rodearse de personas que estimulaban su creatividad.

Te ofrezco hoy sus Danzas noruegas, op. 35. Están basadas en melodías que halló en una colección de Lindeman y que se emparenta con las obras de Brahms y Dvorák. El compositor las escribió primero para dos pianos (y así ser interpretadas en los salones) pero luego fueron orquestadas por Hans Sitt, en una versión que es la que habitualmente se interpreta más. Están escritas en una sencilla forma ternaria, tres en el esquema rápido-lento-rápido y la otra en el orden reverso. En realidad constituyen una forma más amplia de sinfonía. La obra está llena de bellas melodías, con una gran inspiración, alegres, de armonía colorida y, en fin, llena de ese tipo de música que inmediatamente nos saca una sonrisa.

Los movimientos son:

1. Allegretto marcato.
2. Allegretto tranquilo e grazioso.
3. Allegro moderato alla marcia.
4. Allegro molto.

La partitura de la pieza puedes descargarla aquí.

La interpretación es de la Orquesta Sinfónica de Gotemburgo dirigida por Neeme Järvi.

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