¡Feliz jueves! Por lo menos va a interpretar parte de ella pero ¡qué parte! Créeme si te digo que la música te va a transportar por un momento al paraíso. Ciertamente la obra es que tiene un encanto especial, romántica a más no poder y arrebatadora pero la versión, curiosa, que te traigo le hace una gran justicia. Hay veces que estamos acostumbrados a obras que escuchamos muy a menudo pero que de pronto, desde otro punto de vista, recobran un brillo que se nos vuelve inolvidable.

Aunque es uno de mis compositores favoritos, no traigo mucho a Gustav Mahler (1860-1911), maestro austro-húngaro nacido en Kaliště. El maestro era muy puntilloso en sus ensayos, siempre intentando que la orquesta diese lo mejor de sí y que fuese fiel a la partitura. Se cuenta que una vez estaban ensayando un fragmento con el timbalero como protagonista. Cada vez el que músico tocaba el fragmento Mahler le gritaba: "¡Más fuerte!". La intensidad tenía que ir aumentándose cada vez más hasta que parece ser que el hombre llegó a romper la piel del instrumento debido al golpe tan fuerte que dio. Este le preguntó al compositor: "¿Está bien así de fuerte?", a lo que el maestro respondió: "¡Casi!". Con esta búsqueda del sonido tan potente no es de extrañar que cuando Mahler tuvo ocasión de visitar las cataratas del Niágara afirmase: "¡Por fin un verdadero fortísimo!".

Una de las obras más famosas de este compositor es su Sinfonía n.º 5, compuesta entre 1901 y 1902 mientras disfrutaba de sus meses de verano en Maiernigg. Destaca por comenzar con un motivo idéntico al de la "Quinta" de Beethoven y por tener un movimiento lento, el famoso Adagietto, que es su movimiento más interpretado. Este está orquestado solo para cuerdas y arpa y es el que vamos a escuchar pero en versión para coro. Esta se debe a Gérard Pesson con texto de August von Platen en el que aparecen escenas vienesas como las que aparecen en la película "Muerte en Venecia". El texto nos lleva a reflexionar sobre el ocaso de la vida en la tierra y creo que la cosa está fácil porque la música de Mahler solo puede calificarse de celestial.

La interpretación es del Coro de Cámara Accentus.