¡Feliz lunes y feliz semana! Comenzamos una nueva aventura semanal y nuestra música de hoy va a ser muy peculiar, ya desde su título. A veces los compositores contemporáneos puede parecer que pecan de demasiado intelectuales (en un extremo) o a veces de demasiado poco (en el otro) pero creo que nuestro maestro de hoy casi logró alcanzar un término medio. Su música no es de las más fáciles de escuchar pero ciertamente se obtiene una buena recompensa al hacerlo.

Nos visita Hans Werner Henze (1926-2012), compositor alemán nacido en Gütersloh. Compuso una gran cantidad de óperas, ballets y otras músicas sinfónicas lo que ganó un puesto importante en el repertorio europeo. Además es un maestro del que se ha escrito mucho porque su estilo de componer y su desarrollo creativo se ha explicado en multitud de libros, ensayos, entrevistas, etc. Su música se ha calificado a veces de «impura» ya que en ella mezcla historias, personas, ideas políticas, sentimientos, etc. pero a la vez le ha hecho ganarse un reputado puesto dentro de los compositores de finales del siglo XX y comienzos del XXI. Ha usado textos (y se han escrito específicamente para él) de una gran cantidad de autores y poetas, por lo que su música siempre es garantía de calidad y de buen hacer. En su biografía es muy característico su intermedio italiano, que pasó en ese país enriqueciéndose de él. En la isla de Ischia eligió un lugar en el que aprender, estudiar, empaparse de la cultura italiana y verterlo todo en sus poderosas composiciones.

Hoy te ofrezco su Scorribanda sinfonica sopra la tomba di una Maratona, composición para orquesta que data de 2001. La obra deriva de una pieza de teatro en la que un concurso de danza termina de una forma trágica por lo que Henze tiene la oportunidad de componer una obra casi apocalíptica que recuerda a «La Valse» de Ravel. Los ritmos de danza aparecen parodiados y llegan a unos clímax que parecen casi imposibles. Aparece la música popular, el jazz, todo orquestado con una gran maestría y con un color que casi nos remonta al más sarcástico Schnittke. La composición se basa en una obra anterior del maestro, titulada precisamente «Maratona» y sobre esos restos compone la nueva. Una obra muy peculiar e interesante.

La interpretación es de la Orquesta Sinfónica de la NDR dirigida por Peter Ruzicka.