Fue crucificado

Crucifixus, Caldara

¡Feliz jueves! El misterio de nuestra fe es que Jesús fue crucificado para cargar con nuestras cruces personales y liberarnos de ellas. Por eso, desde entonces, somos libres y no debemos vivir ni crucificados ni crucificando a los demás. Este es el fundamento teológico que hay detrás de la obra de hoy, un sencillo fragmento del credo pero poderoso en su música y lleno de belleza. El maestro de hoy ha aparecido alguna vez aunque poco, lo reconozco.

Antonio Caldara

Se trata de Antonio Caldara (1670-1736), compositor italiano nacido en Venecia. Fue el compositor más importante de su generación que, tras vivir en Viena, fue el encargado de conducir la música del país austríaco. Para Caldara, el adjetivo prolífico le viene corto ya que compuso más de tres mil quinientas obras, con casi más de noventa óperas, muchas perdidas pero las que se conservan son de suficiente entidad para crearnos un juicio del compositor. Era un reputado intérprete y dominaba la viola, el chelo y el teclado, no en vano estudió con Giovanni Legrenzi y Domenico Gabrielli. En Venecia era vicemaestro de capilla de Carlos VI y allí escribió profusamente muchas obras escénicas. Sus misas también fueron famosas, de forma que su actividad era incansable. El volumen de trabajo le afectó a la salud, que se deterioró fatalmente hasta que falleció. Caldara es un gran maestro que hoy día no es demasiado interpretado, lo cual es una pena.

Una obra relativamente conocida suya es este Crucifixus a 16 voces. No sabemos las circunstancias que llevaron al maestro a componer esta obra, que se conserva en fuentes en su gran mayoría del siglo XIX. Es razonable pensar que formó parte de un Credo. Existe uno de 1707 al que curiosamente le falta la parte del cruficixus. ¿Podría ser este? Ciertamente no lo sabemos. El uso de tal cantidad de voces recuerda a modelos venecianos, como el de Lotti, también discípulo de Legrenzi. Sean las que sean las circunstancias, la obra es imponente y totalmente adecuada para adentrarnos en ese misterio de la crucifixión, escándalo entre los escándalos.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Balthasar-Neumann-Chor y Ensemble dirigidos por Thomas Hengelbrock.

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