Un estruendo del cielo

Factus est repente, Elder

¡Feliz viernes! Ese estruendo del cielo es el que surgió el día de Pentecostés, cuando el Espíritu llenó a los apóstoles reunidos. Es un momento no solo musical sino que ha quedado plasmado en las escrituras para indicar la fuerza del momento. Vamos a disfrutar de una pequeña obra que nos lo narra con notas.

Daniel Elder

Creo que es la primera vez que aparece por aquí Daniel Elder (1986), compositor estadounidense nacido el Jefferson. Estudió música en la Universidad de Georgia aprendiendo también el arte de la interpretación vocal. En 2009 empezó conseguir sus primeros premios de composición y sus obras comenzaron a ser grabadas en diversos registros, como el que grabó el Coro de Westminster en 2013. Encuentra una gran inspiración en la música de su compatriota Morten Lauridsen y también en la de Ralph Vaughan Williams o Arvo Pärt entre otros. Su técnica recae más en el impresionismo y el puntillismo y ha sido alabada por la crítica, quien ha afirmado que sus obras son como tapices «profundamente emocionantes» y están llenos de evocaciones emocionales y un lirismo muy especial.

Disfrutemos de su motete Factus est repente. Se trata de una composición a cuatro voces (que llegan a dividirse hasta en ocho) con texto de los Hechos de los Apóstoles y que sirve como motete de comunión para el domingo de Pentecostés. Fue un encargo de Joseph Arndt, organista de Newark (EEUU) y fue estrenada en 2013. Se trata de una versión moderna de este conocido texto que nos habla de la fuerza del Espíritu. Las texturas están en todo momento muy conseguidas teniendo en cuenta que el conjunto al que estaba dirigida es casi de cámara. Elder divide las voces de una forma magistral y elige una armonía sugerente y de un lirismo muy intenso.

La interpretación es de Sirventes Berlin dirigidos por Stefan Schuck.

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