La fantasía viene volando



¡Feliz miércoles! Ayer disfrutábamos de una obra del Renacimiento y hoy vamos a quedarnos en esta época feliz de la música pero en una estética algo diferente, a pesar de que no vamos a abandonar la música para teclado. Hoy nos toca la semanal ración de música española y el maestro que nos visita creo que lo hace por primera vez (hay veces que me cuesta llevar la cuenta). ¿Te apetece que le demos la bienvenida juntos?

Si es así, saludemos a Tomás de Santa María (c. 1510-1570), maestro español nacido el Madrid. Es uno de nuestros grandes compositores y teóricos que fue organista el Monasterio de San Pablo en Valladolid. Precisamente se le recuerda por el tratado "Libro Ilamado Arte de tañer fantasia" que publicó en 1565 y que fue escribo consultando a Antonio y Juan de Cabezón. En la obra, Santa María habla de notación, técnica del teclado, interpretación, canto, armonía y contrapunto, convirtiéndose en uno de los grandes tratados de la época. Precisamente, la obra está llena de fantasías pero también tenemos fabordones y tientos. Santa María contribuyó grandemente al avance de la técnica organística de la época, que señalaba a España como uno de los países más avanzados en ella.

Hoy disfrutaremos de su Fantasía del sexto tono. Para Santa María una fantasía era una pieza que casi requería cierta improvisación por parte del intérprete. En este caso, la obra está escrita más bien en forma de tiento con disminuciones, muy al estilo de la música del siglo XVI. El maestro divide la obra en distintas partes de forma que cada una explora algún aspecto de la técnica que él mismo expone en su tratado y, como he dicho, las va adornando con disminuciones, es decir, con motivos cada vez más rápidos y que exigen mayor técnica. Además, permite explorar las distintas voces del órgano así como sus registros.

La interpretación es de Guy Bovet al órgano de la epístola de la Catedral Nueva de Salamanca.

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