¡Que no cunda el pánico! A pesar de estar el país como está, no estoy convocando a nadie a salir a las barricadas, ni a nada similar. La obra que te traigo hoy (con un añadido pedagógico) se trata de una obra que en realidad es una batalla musical, es decir, una batalla cantada, puesta en música. Es posible que sea la batalla musical más famosa de la historia. Con esos mimbres, evidentemente, no podía de dejar de traértela hoy para deleite tuyo. Si te apetece, dedícale tiempo a escucharla. ¡Me lo agradecerás!

Nuestro compositor no es otro que el famoso Clément Janequin (c1485-1558), nacido en Châtellerault (Francia) y es el más famoso compositor de chansons francesas junto a Claudin de Sermisy, sobre todo de tipo programático. Parece ser que sus primeros estudios serios los llevó a cabo en Burdeos. Posteriormente fue adquiriendo mayor fama llegando el editor Pierre Attaignant a publicar su obra. Debido a que compuso una chanson con motivo de un acontecimiento real se hizo cantor real. Sin embargo, fue un compositor tan poco ortodoxo que nunca tuvo un empleo fijo como cantor real o catedralicio. Esa es una de las causas por las que tras su muerte no se le dedicaron lamentos ni requiems. Sin embargo, el mérito de Janequin ha sido componer una música que aún hoy conserva toda su frescura, su originalidad y su calidad.

La obra que te traigo hoy, un verdadero hit parade, se llama La bataille de Marignan, voir Escoutez tous gentilz (es decir, "La batalla de Marignano, o Escuchad todos"). Es posiblemente la chanson más conocida, y se cree que fue compuesta para celebrar la victoria de Francia sobre los confederados suizos en la Batalla de Marignano en 1515. En la obra, como podrás comprobar, su describen trompetas, timbales, sonidos de batallas, lamentos de los heridos y toda la panoplia guerrera. Esos sonidos onomatopéyicos y esa composición hizo que se crease un estilo llamado "música de batalla" en la que, por imitación de la obra de Janequin, se describe musicalmente una guerra.

Como puedes comprobar, la obra no solo es en sí virtuosa sino que requiere de unas voces igualmente virtuosas. No todas son capaces de interpretarla e indudablemente no está dirigida a cualquier tipo de coro.

Si tienes curiosidad por ver la partitura de la pieza, puedes hacerlo haciendo clic aquí.

Aquí tienes las dos partes de esta obra interpretada por el conjunto Clément Janequin dirigido por Donimique Visse. Aunque la cosa no queda ahí... como puedes leer después de la obra.


(Haz clic en botón de PLAY abajo. Es posible que antes de la música tengas que escuchar algo de publicidad. Espera que pase y comenzará la música automáticamente. En la parte superior derecha verás dos controles que puedes deslizar con el ratón; el de la izquierda es con el que puedes controlar el volumen.)

PARTE 1


PARTE 2


La pieza era tan conocida y tan admirada (¿y tan envidiada por su calidad?) en la época y posteriores que incluso fue usada por otros compositores para componer sus obras. Es difícil relacionar una obra tan profana con algo sagrado, ¿verdad? Pues nuestro compositor Francisco Guerrero (1528-1599), sevillano, compuso toda una misa basada en la esta pieza del maestro francés. Fíjate cómo la misa comienza con el mismo motivo sonoro con el que comienza la batalla de Janequin.

Como muestra, aquí puedes escuchar el Kyrie de la Misa de la Batalla Escoutez, de Guerrero, interpretada por el Coro de la Catedral de Westminster dirigido por James O'Donnell.