¡Feliz martes! Hoy la Compañía de Jesús la fiesta de todos sus santos y beatos y por ello he decidido traerte música de un jesuita que llegó a ser compositor y casi puede decirse que uno de los más famosos. Por lo menos en su tiempo lo fue y aún hoy es citado dentro de esta categoría de maestros. Categoría que tiene otros nombres, algunos aparecidos por aquí, y otros que irán llegando poco a poco a este pequeño rincón.

Me estoy refiriendo a Domenico Zipoli (1688-1726), compositor italiano nacido en Prato pero que murió en Argentina. De joven fue financiado por el duque de su ciudad natal y pudo ir a Florencia para formarse como organista. Fue a Nápoles y allí estudió con Alessandro Scarlatti y luego, en 1709, estaba estudiando el Bolonia. Al año siguiente comenzó a estudiar con Pasquini y permaneció en Roma trabajando como organista para la iglesia de los jesuitas, orden a la que se unió en 1716;: pronto fue destinado a América. El Córdoba fue oragnista hasta que murió allí. Quiso ser ordenado sacerdote pero murió antes de conseguirlo. Cuando esto ocurrió era considerado el organista más importante de su tiempo. Compuso varios oratorios y una buena cantidad de música para teclado, por la que aún es conocido. Su música religiosa, especialmente sus misas, fueron interpretadas bastantes años después de su muerte.

Precisamente para teclado es la música que te traigo hoy. Se trata de la Suite en sol menor. Podemos comprobar primero cuál era su arte a la hora de componer, motivado por su asombrosa capacidad de tocar el teclado. La influencia de Handel y otros maestros del barroco es evidente aunque Zipoli tiene una voz propia, muy característica. Los movimientos de la suite siguen los patrones habituales de forma que a un preludio le sigue una sucesión de movimientos alternando entre rápidos y lentos. Son Preludio, Corrente, Sarabanda y Giga. Toda una prueba de la maestría que utilizaba este maestro, tanto cuando interpretaba como cuando componía, siguiendo las corrientes del Europa pero con cierto matiz y carácter americano.

La interpretación es de Andreas Zappe al clave.