Para el llanto nací



¡Feliz lunes! Otra semana que comienza, la primera completa de junio y otra que te deseo que vaya estupendamente y te traiga buenos momentos. Y, por qué no, uno de ellos puede ser el momento musical que te traigo hoy (ojalá lo fuesen todos los demás). Además, en este caso, no es difícil ya que la obra que te traigo es espectacularmente bella. Si ayer te traía, como todos los domingos, música de uno de los grandes del barroco, hoy te traigo de otro de los principales compositores de esa época.


Y quién va a ser si no sino George Frideric Handel (1685-1759), maestro británico de nacimiento alemán en Halle; podrás comprobar que Bach y Handel nacieron el mismo año, aunque no el mismo día. Era un mes mayor que el alemán, puesto que Handel nació el 23 de febrero y Bach el 31 de marzo. Cómo Handel terminó en Inglaterra se debe a que en 1710 era maestro de capilla del Elector de Hanover, Jorge I, que también era príncipe de Gran Bretaña e Irlanda. Dos años más tarde decidió asentarse definitivamente en las islas británicas. Primero lo hizo en Surrey y ahí ya recibía doscientas libras anuales de la reina Ana por su «Te Deum de Utrecht». En 1723 se estableció definitivamente en Londres y allí permaneció hasta su muerte. En la casa donde vivió, en Brook Street, ensayaba, componía música y vendía entradas, y se terminó convirtiendo en el museo Handel de Londres. Cuando murió en 1759 era una personalidad tan conocida que sus funerales fueron considerados de estado y fue enterrado nada menos que en la Abadía de Westminster.

Una de las óperas más afamadas de Handel es Giulio Cesare, HWV 17. Fue compuesta en 1724 para la Royal Academy of Music y el libreto es de Nicola Francesco Haym. Justo al final del acto primero aparece la increíble aria que te traigo hoy titulada Son nata a lagrimar. La protagonista, Cornelia, es de tal belleza que atrae a muchos, entre ellos a Aquilas, que se ve rechazado por esta. Este, que es un general egipcio, ordena a sus hombres que apresen a Sexto, que es hijo de Cornelia. Esta se ve tan desolada que canta este bello canto. Se lamenta por su vida y porque ha perdido el consuelo y las ganas de vivir. Sexto se despide de su madre y ambos nos deleitan con un dueto que es una verdadera belleza.

La partitura de la obra puedes conseguirla aquí (página 56).

La interpretación es de Anne Sophie von Otter (mezzosoprano, Cornelia) y Philippe Jarouksky (contratenor, Sexto) y Le Concert d'Astrée dirigidos por Emmanuelle Haïm.

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