El misterio de la Trinidad
¡Feliz lunes y feliz semana! Espero que la semana que ahora comienza sea un buen momento para ti. ¡Seguro que sí, sobre todo si estás en compañía de la música! A veces la que es muy antigua nos fascina por esa complejidad que pensamos casi es impensable que pudiese alcanzarse en esas épocas tan remotas. Un ejemplo de ello es la obra de hoy, que nos trae un maestro que es posible que nunca haya aparecido por aquí.
Precisamente del Oficio para la Santísima Trinidad vamos a escuchar el invitatorio Deum verum; pertenece al oficio de maitines. El texto de la obra está tomado del salmo 94 que es el que se usa como invitatorio a los oficios divinos, es decir, para iniciarlos. Como versículo siempre es repetido el motivo del Deum verum. Este está cantado en canto llano pero las distintas estrofas del salmo lo están en una especie de anticipo del fauxbourdon. Se trata de una técnica en la que las voces caminan de forma paralela y siempre canta así, técnica que se iría depurando de forma más intensa a finales de la Edad Media y en el Renacimiento.
La interpretación es del grupo Psallentes.