Una obertura para la semana

Anacréon, Cherubini

¡Feliz lunes! Espero que esta semana que ahora comienza, que nos lanzará al mes de junio. ¿Qué mejor que un pórtico para empezarla? En mi caso no soy capaz de ofrecer demasiados sino solo algunos musicales y es lo que te propongo hoy. La composición que te traigo pertenece a una obra mayor, como comprobarás en un momento, pero por sí sola goza de la suficiente entidad como para que nosotros nos fijemos en hoy. ¿Te animas a disfrutarla?

Luigi Cherubini

La compuso Luigi Cherubini (1760-1842), compositor italiano nacido en Florencia. Puede que a ti no te suene mucho pero era el compositor favorito de Beethoven y lo admiraba mucho, sobre todo por su polifonía, sus gustos clásicos y su sentido romántico del dramatismo. Precisamente el compositor fue famoso por una época, «Medea», que le consagró como un consumado maestro. Cherubini empezó estudiando con su padre y siguió en el conservatorio de Florencia. Luego se estableció en París tras una exitosa visita a Londres. El inicio de la Revolución le pilló como director de la ópera y empezó así su actividad para la escena. Precisamente en 1797 compuso la ópera que antes te he mencionado y eso lo consagró definitivamente como un maestro en el género, que llega hasta nuestros días. En 1805 conoció a Haydn y Beethoven en Viena y fue animado por el propio Napoleón a seguir componiendo. Su trabajo en el conservatorio le dejaba poco tiempo libre pero siempre lo dedicó a seguir componiendo obras de una altísima calidad.

De su ópera Anacréon te traigo hoy la obertura. Es una ópera-ballet en dos actos estrenada en 1803 y con libreto en francés de Mendouze. Desgraciadamente, desde su inicio la obra fue un verdadero fracaso y solo tuvo siete interpretaciones. Por lo visto, el tema (mitología clásica) no era favorito del público de esa época y chirrió desde el comienzo. Sin embargo, esta obertura es una obra maestra alabada nada menos que por Weber y Berlioz. Comienza con una versión del primer tema y pasa inmediatamente al segundo en forma sonata y sigue con una buena muestra de un contrapunto lleno de sabiduría en el que prácticamente parece que se condensa toda la ópera.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí (página 4 del pdf).

La interpretación es de la Orquesta Filarmónica de Berlín dirigida por Herbert von Karajan.

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