¡Feliz viernes! Vamos a ir aproximándonos al fin de semana con una música de un insigne compositor español. Tristemente, es solo conocido por una sola obra, que no es la que vamos a escuchar aquí ahora. Merece la pena acercarnos a este gran maestro, que fue toda una institución en su tiempo.

Hablo del padre Antonio Soler (1729-1783), compositor español nacido en la localidad gerundense de Olot. Puesto que era monje agustino pasó la mayor parte de su tiempo en distintos monasterios, sobre todo en El Escorial. Su hermano era también músico. En 1736 estudió música en el monasterio de Montserrat, donde aprendió a componer y tocar el órgano. Entre 1752 y 1757 estudió con Domenico Scarlatti y luego pasó por Lleida para ser maestro de capilla. Tras su estancia allí profesó en la orden agustina. De ahí pasó a El Escorial donde estuvo el resto de su vida, primero como organista y luego como encargado de su música. Entre sus composiciones destacan las sonatas para teclado (sin dudas sus obras más famosas) y una buena cantidad de composiciones religiosas.

Disfrutemos de su villancico titulado El sufrimiento más noble. El maestro lo compuso en honor de su santo patrón san Lorenzo. Este data de 1765 y es innovador porque no solo al coro le añade violines sino porque introduce también un oboe con marcado acento solista. El compositor escribió la obra para el día del santo (10 de agosto) y vemos cómo la corriente italianizante puebla toda la composición. Las ocho voces en las que el maestro divide la parte vocal no hacen sino aumentar el grado de maestría de este compositor, una de nuestras grandes glorias de todos los tiempos.

La interpretación es de la Camerata Antonio Soler dirigida por Gustavo Sánchez.