Eres toda belleza



¡Feliz sábado! Para poner fondo musical a este fin de semana he decidido acudir a un compositor nuevo para mí y espero que también sea una alegría para ti encontrártelo. No es para nada conocido ya que tuvo ocasión de vivir en un mundo floreciente de cultura (muy particular y rica) pero algo alejado de nosotros. Sin embargo, gracias a las actuales recuperaciones de obras y compositores desconocidos, podemos volver a disfrutarlos como merecidamente necesitan.



Te presento a Blas Tardío de Guzmán (c. 1694-¿1762?), compositor boliviano nacido en el municipio de Tomina. Fue ordenado presbítero y alcanzó el puesto de maestro de capilla. Comenzó a formase de niño como seise del coro bajo la dirección de Juan de Araujo, en Sucre. Estudió teología en la Universidad San Francisco Javier y en 1740 figura como sochantre de la catedral. Ya en 1717 contamos con sus composiciones que se vieron influidas por su maestro Araujo en su pleno estilo barroco pero que también se acercó al clasicismo de influencia italianizante pasando por Perú. Compuso música para una comedia de Calderón de la Barca, algo que prácticamente se parece a una ópera. Sigue así la estela de Torrejón y Velasco, que hizo lo mismo, dando luz a la primera ópera interpretada en el Nuevo Mundo y que hemos escuchado por aquí. En fin, un nuevo nombre a añadir a esa desconocida música que se compuso en Latinoamérica durante la época barroca y que era de mucha calidad pero que pasa totalmente desapercibida para nosotros.

Hoy te traigo su Tota pulchra es Maria. Esa influencia italiana la apreciamos aquí aunque la obra se encuadra en el barroco pleno, con intervenciones del coro enfrentadas a las de los solistas, en un estilo que recuerda al de Monteverdi, salvando las distancias, claro. Las voces no dejan lugar a mucha variación y la obra tiene bastante de convencional. Sin embargo, es un perfecto ejemplo de la música que se hacía por esos lares en aquella época, enriquecida por los elementos autóctonos de allí, que apreciamos también en la grabación.

Eres toda belleza, Maria
y el pecado original no está en tí
Tu, la gloria de Jerusalén, tú, alegría de Israel, tú, honor de nuestro pueblo,
¡Oh! María, virgen prudentísima, madre clementísima.
Ruega por nosotros, intercede por nosotros ante nuestro Señor Jesucristo.

La interpretación es del Ensamble Louis Berger dirigido por Gabriel Garrido.

Volver arriba