¡Feliz martes! Para terminar este mes de abril no he encontrado una música más brillante y de mayor calidad que la que te traigo hoy. Quien la ha compuesto aparece de vez en cuando por aquí y siempre consigue asombrarnos con sus obras, de una categoría excepcional. La historia de la música está plagada de casos de maestros (y maestras, claro) que no están en primera fila y no se sabe muy bien por qué, porque deberían estarlo, y quizá desbancar a otros que no merecen esa situación...

Hoy viene a estar un rato con nosotros Fanny Mendelssohn (1805-1847), compositora alemana nacida en Hamburgo. Su música es de una gran calidad y compuso unas quinientas obras, y hoy día no es todo lo interpretada que debería, oscurecida por otros compositores, entre ellos su hermano Felix. Su dedicación a la música fue posibilitado por su nacimiento en una de las familias más ricas de Alemania, pero sí es cierto que trajo talento de nacimiento. Su familia no tuvo claro al principio que una mujer se dedicase a la música, de forma que mientras su hermano Felix se dedicaba a viajar por Europa mostrando su arte, ella tuvo que quedarse en casa. Si no hubiese tenido esa restricción, ¿cómo habría sido su arte de haberse desarrollado plenamente? Por ejemplo, compuso dos cantatas pero ¿cómo sería un oratorio salido de su mano? Escribió una obertura, ¿cómo sonaría una ópera suya? Nos vamos a tener que contentar con lo que nos ha legado y disfrutar de su música, que es de gran calidad.

Un ejemplo de ello es la obra de hoy, su Trío con piano op. 11, para violín, chelo y piano, compuesto en 1846 (y publicada en 1850), por tanto en los meses finales de su corta vida. No es una obra de una persona aficionada a la música sino de una compositora de talento. El allegro inicial muestra unos temas contrastados y delicados, destacando la línea del chelo. Vemos rastros de su hermano Felix y de Schubert, pero la música es muy personal. El segundo movimiento muestra una melodía muy conseguida y el tercero es algo menos conseguido. El finale empieza con un motivo a modo de cadencia del piano y luego las cuerdas retoman el movimiento para poner un final brillante a la obra. Los movimientos de la pieza son: 1. Allegro molto vivace. 2. Andante espressivo. 3. Lied: Allegretto. 4. Finale: Allegretto moderato.

La partitura de la obra la tienes disponible aquí.

La interpretación es de Claremont Trio.