Presidió, el pasado 24 de marzo, la misa por el 42 aniversario del martirio del arzobispo El cardenal Chávez recuerda a su 'amigo' San Oscar Romero: "Los profetas son siempre perseguidos"

(AICA).- El cardenal Gregorio Rosa Chávez presidió el pasado 24 de marzo la misa por el cuadragésimo segundo aniversario del martirio de San Oscar Romero en la catedral de San Salvador, donde enmarcó su reflexión en el actual contexto mundial marcado por la guerra y, en comunión con el papa Francisco, rezó por la paz en Ucrania.

El purpurado salvadoreño recordó que Romero experimentó la cruedad de la Segunda Guerra Mundial mientras estudiaba en la Universidad Gregoriana de Roma, y citó una plegaria que el joven sacerdote escribió el 19 de febrero de 1943: “Señor Jesús, quédate con nosotros porque atardece. Señor amigo, cuando los horizontes se cierran y la vida parece una gran interrogación, ven a vivir con nosotros. Estar contigo es estar en el centro. No hay destierro, no hay persecución, cuando eres el hermano, el amigo".

Tras responder a la pregunta ¿qué diría hoy y qué haría monseñor Romero?, el cardenal Chávez releyó la última homilía del santo salvadoreño, en la que desarrolló tres pensamientos: “La dignidad de la persona es lo primero que urge liberar”, “Dios quiere salvar a todo el pueblo” y “La trascendencia da a la liberación su verdadera y definitiva dimensión”.

El purpurado repite aquel llamado a los soldados de no matar a los hermanos campesinos y su exhortación a que “cese la represión”, pero lamentó que muy poco se ha meditado el último párrafo de esta homilía, en la que monseñor Romero afirmó: La Iglesia predica su liberación tal como la hemos estudiado hoy en la Sagrada Biblia, una liberación que tiene, por encima de todo, el respeto a la dignidad de la persona, la salvación del bien común del pueblo y la trascendencia que mira ante todo a Dios y sólo de Dios deriva su esperanza y su fuerza.

“Cristo sigue presente en la Iglesia, que es ‘el Cuerpo de Cristo en la historia’. Seamos conscientes de este compromiso y hagamos honor a este mártir nuestro que ilumina el mundo desde este pequeño país que se llama El Salvador, el único que lleva el nombre de Jesucristo”, concluyó.

Memorias de un amigo, discípulo y confidente

En su paso reciente por Buenos Aires, el cardenal Chávez dialogó con la periodista argentina Marta Noce con quien fue discípulo, seguidor, amigo y confidente del arzobispo martirizado. 

En esa conversación publicada en la revista Familia Cristiana, el purpurado detalla momentos de la misión y compromiso de monseñor Romero, pero su relato no es mera teoría, sino su experiencia en una tierra de mártires y guerra civil. En ese contexto, aseguró: “Los profetas son siempre perseguidos”.

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