Se reunirá "con los constructores de la sociedad" El Paraguay que espera al Papa Francisco
Estamos en la semana en que Jorge Mario Bergoglio pondrá sus pies primera vez en esta tierra. Es notable, Francisco ama este país. Ama su historia, ama a sus admiradas mujeres. Nunca estuvo en el Paraguay, pero es como que siempre viviera en esta isla rodeada de tierra (Roa Bastos).
Mientras, nos preparamos para darle la bienvenida, preparamos nuestra lista de reclamos, de pedidos, de quejas. Pero él sabe todo los problemas y los achaques que sufre este país. Creo que es mejor presentarle el rostro de un Paraguay que quiere salir adelante, de aquellos que apuestan por este país, apuestan por su gente y creen en el desarrollo y que el futuro es hoy.
Ayer nomás un obispo dijo que el Papa encontrará una gran corrupción en el país, están otros que reclaman porque fueron excluidos del programa para dialogar con Bergoglio. Y estos se olvidan que el "Encuentro con los constructores de la sociedad" es el acto más ecuménico y abierto que el Santo Padre realiza cuando visita un país. Ya lo hizo en 1988 Juan Pablo II.
Paraguay es un país, una sociedad en el que muchos siguen con un pie en las heroicas batallas de la triple alianza o en la sacrificada guerra del Chaco, como no queriendo dejar de pelear quijotescas lides. En cambio también existe un país que lee el pasado como una gran lección de vida y planta sus pies en el presente, porque sabe que el futuro se viene inmediato, que no hay tiempo que perder.
Están aquellos que siguen creyendo que este país tiene el mejor clima de negocios, que sus jóvenes tienen muchas ganas de trabajar, porque saben en qué gastar. Están aquellos que hasta de la basura hacen milagro y le sacan unas notas musicales, que el mundo se maravilla al escucharlo.
También está esa mujer, que cargando su guitarra a su espalda, recorre el mundo y lleva la música de Mangoré, para que todos sepan que este país produce acordes capaces de hacernos cambiar la visión que tenemos de nuestro propio país. Y esos puñados de agricultores, que dejan a un lado la azada, el machete, esa tradicional forma de encarar la agricultura, y apuestan que también puede aportar alimentos para el mundo, y que mediante ese aporte sus condiciones de vida cambian y que será cada vez mejor, que sus hijos ya no sufrirán penurias ni carencias.
No podemos olvidar a esos emprendedores, optimistas, con la frente en alto, no claudican ante el inclemente contrabando, que corroe todo. Ni qué decir de esos grandes empresarios, aquellos ganaderos, grandes agricultores, que sin pestañear se juegan todo por este país, a veces son renuentes con sus obligaciones, pero véanlo, ahí están, dando trabajo a muchos, invitando a otros a desistir de abandonar este país.
Algunos siguen creyendo que el mbaeverá guazú (la ciudad brillante de los guaraníes) existe y lo están buscando aún, nunca pierden sus esperanzas de encontrarlo. Una muestra es la gran obra de Koki Ruiz, del que todo el mundo habla y que todos quieren ver y tocarlo.
Hablando del retablo de Koki Ruiz, vieron lo genio que es. Conjugando la mejor riqueza de este país, su tierra, sus frutos. Lo mejor que se puede mostrar al Papa.
El Papa no viene a escuchar los lastimeros reclamos, plagueos inclementes, peticiones incoherentes. Bergoglio lo sabe y lo sabe todo, por eso admira este país, por eso eligió Paraguay antes que su natal Argentina, viene a tocarnos el ego y decirnos: PARAGUAY, ¡levántate y anda!