Los niños de 16 años irán a la cárcel en Brasil La democracia y los pobres perdieron

(Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en Brasil).- Los perfiles de las redes sociales de buen número de brasileños han aparecido este 2 de julio inundados de reacciones en las que muestran su indignación ante la aprobación del Proyecto de Ley que reduce la edad de responsabilidad penal de 18 a 16 años, llevado a cabo con alevosía y nocturnidad, y que tuvo lugar en la última madrugada dentro de los muros de un Congreso Nacional, cerrado a cal y canto, por expreso deseo de su presidente, Eduardo Cunha, quien es tachado de dictador y golpista.

Si la reducción de la responsabilidad penal a 16 años ya es un medida lo suficientemente grave, lo es todavía más cómo se ha llevado a cabo ese proceso. Menos de 24 horas después de ser rechazado el Proyecto de Enmienda Constitucional, fue votado nuevamente y aprobado, pasando de los 305 votos del día anterior a 323, suficientes para aprobar la reforma.

Muchos son los cuestionamientos que se plantean desde diferentes grupos cristianos, especialmente desde las pastorales sociales y juveniles de la Iglesia Católica, siguiendo la postura siempre defendida por la CNBB (Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, por sus siglas en portugués) de no reducir la edad de responsabilidad penal. En este sentido, la postura oficial de la Conferencia Episcopal Brasileña siempre ha sido firme en contra de una ley que va a perjudicar sobre todo a las camadas más pobres de la sociedad.

"En estos momentos, delante de algunos hechos tristes envolviendo adolescentes, aparecen mitos y equívocos, como la idea de que la reducción solucionará el problema de la falta de seguridad. Con esto, no nos obligamos a buscar soluciones educativas. Lo que queremos es crear conciencia y demostrar que el problema es mucho más amplio, que los jóvenes tienen derecho a una nueva oportunidad", señalaba Monseñor Murilo Krieger, arzobispo de Salvador y vice-presidente de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB).

Para leer el artículo completo, pincha aquí:

Volver arriba