“Cristo manifiesta plenamente el ser humano al propio ser humano” (GS 22) Domingo 29º TO C (20.10.2019): “Bautizados y enviados”

“La Iglesia de Cristo en misión en el mundo”

Comentario: “proclama la Palabra” (2Tim 3, 14-4,2)

Texto muy concordante con el lema del Domund: “Bautizados y enviados: la Iglesia de Cristo en misión en el mundo”. “Permanece en lo que aprendiste y creíste, consciente de quiénes lo aprendiste” (v. 14). Es “la fe no fingida en ti, que primero fijó su morada en tu abuela Loide y tu madre Eunice, y estoy convencido de que también en ti” (2Tim 1,5). Sólo en la fe sincera podrá Timoteo encomendar a personas fieles, capaces a su vez de enseñar a otros, lo que oyó al mismo Pablo (2Tim 2, 2).

La fe de Jesús en el amor del Padre guía la interpretación de las Escrituras: “en esta etapa final [Dios] nos ha habladopor el Hijo” (Hebr 1,2). La fe “de” este Hijo y “en” este Hijo ilumina la Escritura, y nos enseña a vivir sabiamente. “Desde niño conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús” (v. 15). “Toda Escritura es inspirada por Dios y además útil para enseñar, para argüir, para corregir, para educar en la justicia” (v. 16). Cuatro virtudes (hábitos de bien) de la Palabra inspirada: enseña lo que Dios quiere enseñar, razona, reconviene a quienes se apartan del verdadero amor, educa en la justicia divina (amor gratuito).

Dios quiere “perfeccionar al ser humano y que esté preparado para toda obra buena” (v. 17). En la primera carta a Timoteo describe al “hombre de Dios” como el que “huye de estas cosas y busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, lamansedumbre” (1Tim 6,11). La referencia a “estas cosas” alude al versículo anterior: “el amor al dinero, raíz de todos los males y que aparta de la fey acarrea muchos sufrimientos” (1Tim 6,10). También en la segunda a Timoteo habla de cómo puede uno “prepararse para toda obra buena: huye de las pasiones juveniles.Busca la justicia, la fe, el amor, la paz junto con los que invocan al Señor con corazón limpio” (2Tim 2,21-22). Es el proceso de “consumación”, “perfección”, realización, dado en Jesús también, que sufriendo, aprendió a obedecer al Amor del Padre (Hebr 5,7-10).  

En la educación según la Palabra se juega la vida humana. Sin vivir en fe, en justicia, en amor, en paz... no hay realización humana posible. “El misterio del ser humano sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. Cristo manifiesta plenamente el ser humano al propio ser humano y le descubre la sublimidad de su vocación” (GS 22). Esto explica el inicio solemne del capítulo cuarto, signo de la importancia que tiene la exhortación: “Te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y a muertos, por su manifestación y por su reino”el inicio solemne del capítulo cuarto, signo de la importancia que tiene la exhortación: “Te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y a muertos, por su manifestación y por su reino” (4,1). Es el ruego encarecido: “proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, arguye, reprocha, exhorta con toda magnanimidad y doctrina” (4,2). Se acentúa el aspecto de testamento: vive humanamente como Jesús, no sirviendo al dinero, sino al Amor. 

Oración: “proclama la Palabra” (2Tim 3, 14-4,2)

Jesús de todos, hoy la Iglesia celebra el “Domund”:

hacemos presente tu memoria y mandato misioneros;

reconocemos tu presencia en medio de nosotros;

asumimos tu vida entera, tu cuerpo y sangre gloriosos;

sentimos que nos envías a tu misma misión:

id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos,

bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo;

enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.

Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días,

hasta el final de todos los tiempos” (Mt 28, 19-20).

A la eucaristía la llamamos también “misa” (misión):

para nosotros es “fuente y cima de toda evangelización” (PO 5);

te escuchamos y nos hacemos discípulos tuyos;

vivimos el amor manifestado en tu vida, en tu muerte, en tu resurrección.

¡Cuánto bien nos hace esta lectura de hoy!:

Permanece en lo que aprendiste y creíste,

consciente de quiénes lo aprendiste,

y que desde niño conoces las Sagradas Escrituras:

ellas pueden darte la sabiduría

que conduce a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús.

Toda Escritura es inspirada por Dios

y además útil para enseñar, para argüir, para corregir,

para educar en la justicia,

a fin de que el hombre de Dios sea perfecto

y esté preparado para toda obra buena.

Te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús,

que ha de juzgar a vivos y a muertos,

por su manifestación y por su reino:

proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo,

arguye, reprocha,

exhorta con toda magnanimidad y doctrina” (2Tim 3,14-4,2).

Queremos ser “personas de Dios”:

huyendo del amor al dinero, raíz de todos los males

y que aparta de la fey acarrea muchos sufrimientos;

buscandola justicia, la piedad, la fe, el amor,

la paciencia, lamansedumbre” (1Tim 6, 10-11);

queriendo ser “vasija con finalidad honrosa, santificada,

útil a su dueño, preparada para toda obra buena...;

invocando al Señor con corazón limpio” (2Tim 2,21-22).

, Jesús, fuiste misionero del amor del Padre:

lleno del otro gran misionero, el Espíritu Santo: 

el Espíritu que tú pasaste al corazón de los apóstoles,

y que a su vez ellos entregaron a otros;

el que te empujó a acercarte a toda persona;

el que te sugería las parábolas sencillas del Reino;

el que te inclinó sobre la cama y el dolor de los enfermos;

el que te incitaba a compartir mesa con toda persona;

el que te alegraba cuando el bien y la verdad crecían;

el que te llevaba a dar la Buena Noticia a otros pueblos;

el que te hacía sufrir por los que vagaban sin sentido;

el que alimentaba tu reflexión ante el amor del Padre;

el que te confortó en la agonía del sufrimiento y la cruz;

el que entregaste a los tuyos al dejar este mundo.

El Espíritu sigue encendiendo la pasión misionera:

reavivando el amor del Padre entre nosotros;

dando a entender tu Palabra viva y eficaz;

convocando a la reflexión bajo la mirada del Padre;

incorporándonos a tu acción y a la del Padre (Jn 5,17);

abriendo caminos nuevos o cerrados por nuestra inercia egoísta;

dándonos coraje y valor para vivir como Tú, Señor y Dios nuestro.

Preces de los Fieles (D 29º TO C 20.10.2019)

La misión “es un mandato que nos toca de cerca: todo bautizado y bautizada es una misión. Quien ama se pone en movimiento, sale de sí mismo, es atraído y atrae, se da al otro y teje relaciones que generan vida. Cada uno de nosotros es una misión en el mundo porque es fruto del amor de Dios” (Mensaje del papa Francisco). Pidamos ser misioneros diciendo: Que tu Palabrasiga avanzando (2Tes 3, 1).

Por toda la Iglesia:

- que tengamos claro que “ todo bautizado y bautizada es una misión”;

- que sintamos el mandato de Jesús: “id y haced discípulos a todos los pueblos...”.

Roguemos al Señor: “Que tu Palabra siga avanzando”.

Por los gobernantes del mundo:

- que promuevan el conocimiento de la verdad en todos los campos;

- que respeten la libertad religiosa de todos;

Roguemos al Señor: “Que tu Palabra siga avanzando”

Por los responsables de nuestras comunidades cristianas:

- que respeten los carismas de todos los “bautizados y enviados”;

- que presidan las comunidades sin marginar el Evangelio.

Roguemos al Señor: “Que tu Palabra siga avanzando”

Por los enfermos:

- que en su vida “contemplen” el rostro de Dios, manifestado en Cristo;

- que ofrezcan su situación por las vocaciones misioneras.

Roguemos al Señor: “Que tu Palabra siga avanzando”

Por las intenciones del Papa (Octubre2019):

- que “el soplo del Espíritu suscite una nueva primavera misionera en la Iglesia”;

- que todos nos sintamos misioneros del amor evangélico..

Roguemos al Señor: “Que tu Palabra siga avanzando”

Por esta celebración:

- que recibamos el Espíritu misionero de Jesús;

- que ayudemos con nuestra colecta generosa a los misioneros.

Confiamos, Padre nuestro, a María, nuestra Madre, la misión de la Iglesia. La Virgen, unida a su Hijo desde la Encarnación, se puso en movimiento, participó totalmente en la misión de Jesús, misión que a los pies de la cruz se convirtió también en su propia misión: colaborar como Madre de la Iglesia que en el Espíritu y en la fe engendra nuevos hijos e hijas de Dios” (mensaje del Papa) por los siglos de los siglos.

Amen.

Jaén, octubre 2019

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