Nuestra vida “ha velado más bien que revelado el genuino rostro de Dios” (GS 19) Domingo 2º TO (19.01.2020): “¡Hay que responder a los impulsos del Espíritu!”

Pidamos ser dóciles al Espíritu

Comentario: He contemplado al Espíritu... y se posó sobre él” (Jn 1, 29-34)

Testimonio del Bautista sobre Jesús, según el evangelio de Juan. El poder religioso quiere controlar cualquier movimiento dentro de su ámbito, y envía a las orillas del Jordán un grupo de sacerdotes y levitas. Juan dice claramente que él no es el Mesías, pero que está al llegar alguien que les bautizará con Espíritu Santo. Hoy leemos lo que sucedió “al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó...” (Jn 1, 29). Género literario llamado “esquema literario de revelación”: una persona ve a otra, y declara (“revela”) a otros una cualidad o tarea de la persona vista. El episodio de María junto a la cruz (Jn 19,25-27), el encuentro de Jesús con Natanael (Jn 1,47), son casos típicos. Hoy se revela que Jesús es “el cordero de Dios...”, y que “el Espíritu baja y se posa sobre él”.

“Cordero de Dios” tiene en la Biblia al menos tres significados:

  1. a) Según la literatura apocalíptica: Cordero de los últimos tiempos,digno de tomar y abrir el libro que juzga la historia (Ap 4, 6ss). Este es el sentido original del Bautista que creía inmediato el juicio mesiánico (Mt 3, 7.12; Lc 3, 7.17).
  2. b) Según el profeta Isaías: El Siervo del Señor que“soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores... fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes... sus cicatrices nos curaron... Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca, como un cordero llevado al matadero" (Is 53, 4-7).
  3. c) Según la tradición histórica del Éxodo: Cordero pascual, cuya carne alimentaba y cuya sangre libraba de la muerte (Ex 12, 11-13). Jesús destruye el mal moral (pecado)y reconcilia con Dios. Los evangelistas, al narrar la muerte de Jesús, tienen en cuenta varios símbolos de la “pascua” de Egipto: condenado al mediodía de la vigilia pascual cuando degollaban los corderos, el hisopo, el no quebrarle ningún hueso...  

El Bautista revela la presencia del Espíritu en Jesús: “He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él.Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: `Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo´.Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios´(Jn 1,32s).Recuerda el texto del Génesis: “El espíritu de Dios se cernía sobre la faz de las aguas” (Gén 1,2c). Es la unción o consagración de Jesús para la misión (Is 61,1ss; Lc 4,18). El concilio Vaticano II varias veces cita este hecho: “ungido por el Espíritu Santo para evangelizar a los pobres y curar a los contritos de corazón” (SC 5; PO 17; AG 3, 4). El Espíritu es la “gloria, la gracia -amor gratuito- y la verdad” que nos comunica Jesús (Jn 1,14). “Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno” (Jn 17,22).

Oración: “He contemplado al Espíritu... y se posó sobre él” (Jn 1, 29-34)

Hechos del Espíritu en la vida:

  1. a)“En su testamento “il Poverello” nos cuenta que todo empezó el día que besó a un leproso: aquello que antes me parecía dulce me pareció amargo, y lo que antes me parecía amargo se volvió dulce. Mientras que el paradigma teocrático preveía el exterminio de los sarracenos, él envió a sus frailes diciéndoles: debemos amar mucho a los sarracenos. Este giro fue posible porque Francisco estuvo dispuesto a mirarse con los ojos del otro” (Ernesto Balducci:“El Otro. Un horizonte profético”. Ed. Acción Cultural Cristiana. Madrid, 2001, p. 25). 
  2. b)“En la reciente guerra del Líbano, mientras Israel era bombardeado desde Gaza todos los días, los israelíes seguían mandando a la Franja provisiones de agua, comida, luz y medicina. Eso no ha pasado en ningún lugar a lo largo de la historia. Nunca. Por una vez, Jesucristo estaría muy orgulloso de los judíos...” (Amós Oz, israelí, premio Príncipe de Asturias de las Letras 2007. El mundo, 30 junio 2007, pág. 7-8).
  3. c)“He comprobado que el camino que Dios me ha mostrado no es una locura mía. Mi vocación había sido siempre ser cura casado; y yo no me había dado cuenta. Por eso esa lucha interior, por eso esa vivencia ambivalente. Sí, ya sé que eso no existe hoy en la Iglesia Católica Romana, pero en su momento tampoco existieron monjes, eremitas o laicos consagrados. Es la vocación que Dios quiere de mí... Estamos a la escucha, a la espera de conocer cómo y dónde quiere que hagamos realidad su sueño, su Reino. Aquí estamos, Señor, envíanos” (Curas casados. Historias de fe y ternura. Ramón Alario y Tere Cortés, coord. Moceop. Albacete 2010, p. 76)

Estos hechos revelan acciones de tu Espíritu, Jesús:

sobre Francisco de Asís al besar a un leproso;

sobre algunos israelíes actuales que aman a sus enemigos;

sobre un sacerdote casado, vocación prohibida hoy por la Iglesia.

El Bautista percibió al Espíritu en tu vida:

Juan envió a sus discípulos a preguntar:

¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?” (Mt 11,3; Lc 7,19).

Tú, Cristo Jesús, “en aquella hora curaste a muchos de enfermedades,

achaques y malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgaste la vista.

Y respondiendo, les dijiste:

`id y anunciad a Juan lo que habéis visto y oído...” (Lc 7,21-22).

Les remitiste a las obras del Espíritu divino:

bajando como una paloma sobre sus pequeños,

trayendo alimento, calor, agua, vida... a los más débiles.

A tus paisanos de Nazaret les recordaste algo parecido:

Hoy se ha cumplido esta escritura que acabáis de r...:

el Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido.

Me ha enviado a evangelizar a los pobres,

a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista;

a poner en libertad a los oprimidos;

a proclamar el año de gracia del Señor” (Lc 4, 18-19). 

Hoy el Padre Dios nos hace la misma propuesta:

Aquel sobre quien veas el Espíritu y posarse sobre él,

ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo”.

Nuestra vida “ha velado más bien que revelado el genuino rostro de Dios” (GS 19).

“Siempre que hoy la Iglesia escandaliza y se vuelve increíble, es debido a prácticas jerárquicas que la gente interpreta como contrarias a los derechos humanos, aunque la institución las interprete como necesarias para su propia tranquilidad” (Hans Küng: El País, 16-Abril-2006).

Señor Jesús: estamos muy agradecidos a la Iglesia:

nos ha entregado tu evangelio y tu Espíritu, y, por eso, la llamamos “santa”;

muchos cristianos iluminan con sus obras el quehacer humano:

liberan de esclavitudes y son buena noticia para los pobres...

pero otros muchos viven apegados a la ley:

exigen más el código canónico que el evangelio;

piden democracia, pero no la practican cuando pueden;

“siguen haciendo callar más que hacer pensar”;

recelan de las comunidades participativas, dialogantes;

no toman en serio las distintas capacidades, vocaciones, carismas...;

no consideran a la mujer como sujeto pleno de derechos eclesiales...

Jesús, lleno del Espíritu, aviva nuestro espíritu:

para “ver posarse el Espíritu...” sobre toda realidad;

para no apagarlo, sino reconocerlo y fomentarlo;

para tener coraje y superar la ley que esclaviza y adormece;

para abrir caminos nuevos, dignos de los hijos de Dios.

Leganés (Madrid), 19 enero 2020

Preces de los Fieles (D 2º TO-A  19.01.2020)

“Hay que responder a los impulsos del Espíritu” de Dios, del Espíritu del bien, que nos ayuda a “distinguir los signos verdaderos de la presencia o proyecto de Dios en los acontecimientos, en las exigencias y en los deseos humanos... orientando la mente hacia soluciones plenamente humanas” (GS 11). Pidamos ser dóciles al Espíritu diciendo:queremos mirar la vida con tu amor.

Por la Iglesia universal:

- que “impulsada por el Espíritu de Cristo, camine como Cristo,

por el camino de la pobreza, de la obediencia, del servicio...” (AG 5).

Roguemos al Señor: queremos mirar la vida con tu amor.

Por los servidores de la Iglesia:

- que “guiados por el Espíritu, eviten todo cuanto pueda alejar a los pobres, 

desterrando de sus cosas toda clase de vanidad...” (PO 17).

Roguemos al Señor: queremos mirar la vida con tu amor.

Por nuestra sociedad, pueblo, barrio...:

- que trabajemos por mejorar las condiciones de vida de todos;

- que elijamos por gobernantes a personas válidas y honestas.

Roguemos al Señor: queremos mirar la vida con tu amor.

Por las intenciones del Papa (Enero 2020):

- que “los cristianos, los que siguen otras religiones y

las personas de buena voluntad,

promuevan la paz y la justicia en el mundo”.

Roguemos al Señor: queremos mirar la vida con tu amor.

Por los alejados de la Iglesia:

- que reaviven el Espíritu que recibieron en el bautismo;

- que no tengan reparos en dialogar y refrescar el Evangelio.

Roguemos al Señor: queremos mirar la vida con tu amor.

Por todos nosotros, concelebrantes de la eucaristía:

- que el Cordero de Dios nos estimule a vencer el mal con el bien;

- que la comunión se haga fraternidad en casa y en la calle.

Roguemos al Señor: queremos mirar la vida con tu amor.

Agradecemos, Señor, el Espíritu que “baja y se posa” sobre nosotros, como una paloma que acaricia y alimenta a sus polluelos. Que él nos ayude a ser como tú, “cordero de Dios que quitas el mal moral (pecado) del mundo” con tu amor y dulzura de corazón. Tú que vives por los siglos de los siglos.

Amén.

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