Comentario: “lo que cuenta...es la nueva criatura”(Gál 6, 14-18)

El último párrafo de la Carta a los Gálatas (6, 11-18) es resumen-conclusión, especie de posdata de puño y letra de Pablo: “ved con qué letras tan grandes os escribo..” (v. 11). Califica a los adversarios como “quienes desean quedar bien en lo exterior, sólo les preocupa que no les persigan por causa de la cruz de Cristo,ni los circuncisos guardan la ley... sólo pretenden gloriarse de vuestro sometimiento al rito” (vv. 12-13). Intentan mantener el tinglado de poderío religioso como sea. Es actitud frecuente en parte de la Iglesia. Lo denuncia el Papa Francisco en Evangelii Gaudium, n. 97: “Quien ha caído en esta mundanidad (espiritual)..., rechaza la profecía de los hermanos, descalifica a quien lo cuestione, destaca constantemente los errores ajenos y se obsesiona por la apariencia. Ha replegado la referencia del corazón al horizonte cerrado de su inmanencia y sus intereses... Es corrupción con apariencia de bien. Hay que evitarla poniendo a la Iglesia en salida de sí, en misión centrada en Jesucristo, en entrega a los pobres... Esta mundanidad asfixiante se sana tomándole el gusto al aire puro del Espíritu, que nos libera de estar centrados en nosotros, escondidos en una apariencia religiosa vacía de Dios. ¡No nos dejemos robar el Evangelio!”.

Cinco conclusiones sobre la vida cristiana verdadera (Gál 6, 14-18)

1. “Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo...” (v. 14). Quien se ha fiado Jesús, ha creído en el Amor, ha recibido su mismo Espíritu que le hace hijo de Dios, y leposibilita amar siempre. La cruz del Amor es “su sabiduría, su orgullo, su gloria” (1Cor 1,30; 2,2; Gál 2,19b: “estoy crucificado con Cristo”).
2. “Ni circuncisión ni incircuncisión, sino nueva creación” (v. 15). En 5,6 se propone lo mismo: “en Cristo Jesús no vale nada la circuncisión ni incircuncisión, sino la fe que actúa por amor”. En 1Cor, 7,19: “Ni circuncisión ni incircuncisión, sinoguardar los mandamientos de Dios”. La “nueva creación” recuerda otra expresión paulina: “el que está en Cristo es una criatura nueva” (2Cor 5,17). Es la “nueva humanidad”, que “anhela la revelación de los hijos de Dios” (Rm 8,19), porque ha recibido su Espíritu.
3. “Paz y misericordia a cuantos se ajusten a esta norma...” (v. 16). Son frutos del Espíritu que llegan a todos los que aceptan a Jesús; es “la gracia en que estamos...” (Rm 5,2ss), ya sean no judíos o “el Israel de Dios” (los judíos que han creído a Jesús).
4. “Que nadie me importune: yo llevo las marcas de Jesús en mi cuerpo” (v. 17). Estas “marcas” pueden interpretarse también en sentido físico. Puede referirse a las huellas o cicatricesque le dejaron las fatigas y las persecuciones por anunciar y vivir el evangelio, por hacer el bien (Gál 4,13s; 2Cor 11,23-29;). También en 2Cor 4,10ss: “siempre llevando en el cuerpo el estado de muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo...”.
5. “La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu, hermanos. Amén” (v. 18). Final espléndido: les desea que “la gracia”,que es“la nueva creación”, “la fe que actúa por amor”, “el guardar los mandamientos de Dios”, “el estar en Cristo”, “la gracia en que estamos”..., es decir el Espíritu del Padre, que llenó a Cristo Jesús, habite en lo más profundo de nosotros. Lo que nos hace “hermanos”, expresado en la “ternura” que debe empapar nuestras discusiones y disputas.

Oración: “lo que cuenta...es la nueva criatura”(Gál 6,14-18

Jesús, dador de nueva humanidad:

estamos tan acostumbrados a oír:

“la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre

y la comunión del Espíritu Santo, estén con todos vosotros.

Y con tu espíritu”... que apenas lo valoramos.

Sin embargo, esa pequeña fórmula resume todo el Evangelio:

“La gracia..., el amor..., la comunión...” son la misma realidad;

es el regalo del Espíritu en el bautismo.

Es la “nueva humanidad” que nos trae Jesús de Nazaret:

es la “nueva creación” que recuerda hoy Pablo a los Gálatas;

es“la fe que actúa por amor”;

es el amor que“guarda los mandamientos de Dios”;

es “el estar en Cristo”;

es“la gracia en que estamos”;

es el Espíritu del Padre, que llenó a Cristo Jesús;

es la vida nueva que nos hace “hermanos”, hijos del mismo Amor.

La mejor respuesta es “y con tu espíritu”:

quien preside la celebración cristiana es un hermano;

¿cómo no desearle que también él, en lo más profundo,

“en su espíritu”, tenga la misma experiencia?;

para que no hable de “oídas”, “de memoria”, “como en el teatro”...

sino que sienta “el amor, la gracia, la comunión” en su vida.

Jesús, dador de nueva humanidad:

“tu gracia” es la buena noticia, el amor incondicional del Padre:

el amor que se manifestó en tu vida;

el amor fiel hasta la cruz y la muerte;

el amor que busca a la oveja perdida;

el amor que espera la vuelta a la casa del Amor;

el amor que cura a los enfermos;

el amor que rehabilita leprosos, prostitutas, ladrones como Zaqueo...;

el amor que Pablo percibió en los discípulos que perseguía.

Al creer Pablo en este Amor, cambió su vida:

se quebraron su orgullo religioso y étnico;

“lo que cuenta no es la circuncisión ni la incircuncisión, sino la nueva criatura”;

“Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo,

por la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo”;

“paz y misericordia de Dios... sobre todos los que se ajustan a esta norma”:

es la norma que brota de la fe en el evangelio de Jesús;

“lo que vale es la fe que actúa por medio del amor” (Gál 5,6);

el amor que “ha marcado su cuerpo”: 

“yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús”.

Ahonda, Jesús, nuestra profesión de fe:

“Estamos convencidos de que ni muerte ni vida,

ni ángeles ni principados, ni presente ni futuro ni las potencias,

ni el alto cielo ni el abismo profundo, ni ninguna otra criatura,

podrá separarnos del amor de Dios manifestado en ti,

Cristo Jesús, Señor nuestro” (Rm 8,38-39).

Preces de Fieles(D. 14º TO C 07.07.2019) “¡No nosdejemos robar el Evangelio!”

Somos “nueva criatura”, nueva humanidad, quienes nos hemos fiado de Jesús de Nazaret; hemos recibido su Espíritu de amor sin límites, llamamos ¡Padre-Madre! al Misterio de la vida, a Dios. Como hijos de su Amor, oremos confiadamente diciendo: “nuestra gloria es la cruz del Amor”.

Por la Iglesia universal:

- que brille el amor de Jesús en las órdenes y congregaciones religiosas;

- que los movimientos y asociaciones eclesiales promuevan el Evangelio.

Roguemos al Señor:“nuestra gloria esla cruz del Amor”.

Por los responsables políticos y sindicales:

- que las autoridades de nuestro pueblo sean ejemplo de honradez;

- que los líderes de opinión, los profesores y educadores, ayuden a los más débiles.

Roguemos al Señor:“nuestra gloria es la cruzdel Amor”.

Por los misioneros y catequistas:

- que sean profetas que denuncian el desamor y la injusticia;

- que animen y ayuden a vivir digna y fraternalmente.

Roguemos al Señor:“nuestra gloria es la cruz del amor”.

Por las todas familias:

- que vivan en amor, eduquen en libertad, sean comunidad sana;

- que los matrimonios en conflicto encuentren soluciones humanas.

Roguemos al Señor:“nuestra gloria es la cruzdel amor”.

Por los enfermos, los sin techo, los marginados...:

- que encuentren curadores que los atiendan con mucho amor;

- que sepan amar y hacer el bien en medio de sus limitaciones.

Roguemos al Señor:“nuestra gloria es la cruzdel Amor”.

Por nosotros, celebrantes del Amor:

- que esta celebración nos acerque al amor contagioso de Jesús;

- que encienda en nosotros el deseo de su Reino de vida y amor.

Roguemos al Señor: que nuestra gloria sea el amor hasta la cruz.

Bendice, Señor, y conserva nuestro gran deseo:“líbranos de gloriarnos si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo”, la cruz propia del amor sincero y verdadero, la cruz que tú llevaste hasta la muerte. Tú, Jesús, que vives por los siglos de los siglos.

Amén.

Jaén, julio 2019