Justicia y misericordia para obispos y presbíteros casados (X)

Por su Tradición invalidan la Palabra de Dios” (Mt 15, 6)

Discernir “comentarios” sobre la controversia del celibato
El Papa Francisco, en la homilía del jueves de la quinta semana de Pascua, sobre He 15, 7-21 (28 abril 2016), en Santa Marta, decía: “reunirse, unirse, escucharse, discutir, rezar y decidir” es el modo “sinodal” de resolver los problemas que ha venido practicando la Iglesia. Los comentarios en las redes sociales pueden ser un modo de “reunirse, unirse, escucharse, discutir, rezar y decidir” lo que creemos mejor. Hoy dedico el post a los comentarios recientes sobre el celibato. Comentarios, valiosos o mediocres, merecen atención. Los absurdos, insultantes, sin respeto a ideas y formas.. no. A esos sólo cabe decir: “¡Padre, perdónales, no saben lo que hacen!”.

“No les interesa la Verdad”
Así de lacónico es un comentarista sobre los dirigentes de la Iglesia: “no les interesa la Verdad” (Elessar: cgarciafernandez@telecable.es). Es la impresión que se tiene ante la negación tenaz a abrir el debate sobre la ley del celibato. ¡Qué triste que a los amigos de Jesús no les interese la verdad de las cosas! Les interesa más la ley que la verdad: “por su tradición invalidan la palabra de Dios” (Mt 15, 6). Ejemplo claro: el “haced esto en memoria mía”, queda invalidado si hay un sacerdote casado y una comunidad. No pueden celebrar la eucaristía por la ley eclesial. Esto, claramente, no es verdad evangélica. Los dirigentes religiosos son dados a declaraciones solemnes, a exigencias éticas sublimes, a pedir diálogo a los demás, a llamar la atención para que los admiren. Pero su vida real es otra cosa. Si los clérigos vivieran lo que dicen, serían evangelio vivo, y si hicieran lo que exigen a otros, serían unos “fuera de serie”. Les encanta “liar fardos pesados y cargarlos en las espaldas de la gente, mientras ellos no quieren empujarlos ni con un dedo” (Mt 23, 4).

“Maraña de intereses” impedirán la eliminación del celibato
“Rufo, solamente mostrar todo mi apoyo a tus palabras. Me temo que, desde que en la Iglesia de Roma, se generalizó la ley del celibato, entre el clero se ha tejido una maraña de intereses -psicológicos, personales, familiares, sociales, económicos, etc- que dificultan el reconocer el "papelón" del celibato y el peso muerto que su mantenimiento supone para la Iglesia hoy. Vista la "aceptación" que parte del clero y de los obispos brindan al Papa Francisco, colijo que el celibato, obligatorio, ni se atreverá a tocarlo. ¡Allá su conciencia!” (Comentario por R. Encabo 23.07.15).


Escándalo es creer incompatible ministerio ordenado y sacramento del matrimonio
- “Lamentablemente en nuestra Iglesia chocamos con un muro insuperable al abordar esta temática. No parece que estemos ante una cuestión disciplinar, mas bien parece que nos jugamos la fidelidad o la traición a todo un dogma “de fide divina et catholica”. Ni habrá en un futuro previsible ordenación de casados ni, por supuesto, la vuelta al ministerio de los presbíteros que hayan constituido una familia. Ni siquiera una palabra de comprensión o perdón..., silencio sepulcral por parte de Benedicto y Francisco con respecto a quienes con humildad y honestidad solicitamos la dispensa... El problema no es atajar numéricamente la disminución del clero a costa de lo que sea.
- El escándalo está en considerar incompatible el ministerio ordenado con el sacramento del matrimonio, con la constitución de una familia, con el amor de una mujer y unos hijos. Es que en el fondo quizás estemos ante un problema más grave, no simplemente disciplinar sino de fe. No consigo entender cómo los defensores a ultranza de la ley del celibato son capaces de aceptar la afirmación bíblica: “No es bueno que el hombre esté solo”. O la impresionante comparación paulina del amor matrimonial con el amor de Cristo a su Iglesia.
Bueno...seamos realistas. Hay razones prácticas , de índole empresarial, más que suficientes para mantener la ley del celibato caiga quien caiga. Y lamentablemente así se hará” (Autor: Pensando
Email: jbenitofa@gmail.com).


Comentario trampa: “Jesús eligió el celibato, por algo lo hizo”
“Los que quieren abolir el celibato, ¿piensan acaso que se acabarán los problemas? Disminuirán las vocaciones misioneras, aparecerán los curas divorciados, los hijos escandalosos, las disputas por las parroquias que puedan sostener las familias de los curas, etc.
Por otro lado, el problema de los sacerdotes que abandonaron el ministerio para casarse, es que sienten una gran nostalgia del sacerdocio. Porque es algo muy fuerte, y aunque ahora estén casados no lo pueden olvidar. Se casaron pero no son plenamente felices, porque les falta algo. Eligieron abandonar el sacerdocio, que asuman lo que eligieron de una vez por todas. No creo que la Iglesia cambie la disciplina del celibato, aunque si lo hiciera lo aceptaría, pero es más lo que se pierde que lo que se gana. Además conozco infinidad de matrimonios que se confían al buen consejo del sacerdote, lo aprecian, lo buscan y no tienen que pagar por eso. Por último, Jesús eligió el celibato, por algo lo hizo.
¿Qué sacerdote con mujer e hijos estará disponible para ir a las parroquias de barrios marginales, donde la recaudación apenas alcanza para que viva un sacerdote célibe? Conozco muchos de estos sacerdotes, que para sobrevivir tiene que ser ayudados por sus familias, porque con lo que da la parroquia pasarían hambre” (Roberto; domingo 26 julio 2015, 01:54).


Mi respuesta:
- La vocaciones, los divorcios, los hijos “escandalosos”, las disputas por las parroquias ricas... son problemas de todos los cristianos. Y de todas las iglesias cristianas: católica, anglicana, luterana...
- No es cierto que “eligieron abandonar el sacerdocio”. Eligieron casarse. La autoridad eclesial les impuso la prohibición del ministerio. Ley que no goza de consenso eclesial, no viene del Evangelio. Se origina de la ley de continencia (Siricio 384-399) basada en la ignorancia sobre el sexo y la falsa inteligencia de la sagrada Escritura (texto bíblico, base de Siricio para exigir la continencia: “Mas los que están en la carne, dice el vaso de elección, no pueden agradar a Dios [Rm. 8, 8]” (Dz 185).
- “Jesús eligió el celibato”. No se sabe con certeza. No es verdad de fe. Lo cierto: no lo exigió ni lo impuso para ningún ministerio. Ni siquiera para Pedro, para el Papa.
- ¿“Más lo que se pierde que lo que se gana”? No. Se pierde una ley no evangélica, antihumana, de consecuencias nefastas. Se gana respeto al Espíritu (que da sus dones libremente) y a los derechos humanos. Los beneficios del celibato opcional siguen intactos en los ministros célibes opcionales.
- Seguro que los buenos sacerdotes, casados o solteros, están disponibles para barrios marginales. Los sacerdotes pueden ganarse el pan sin ser gravosos a la comunidad. También ahora hay muchos que viven de un trabajo civil. Como la inmensa mayoría de nuestros cristianos que dedican a veces más tiempo a la Iglesia que muchos curas. La economía de la Iglesia necesita revisión.

Base teológica falsa
Cuesta entender que algunos de nuestros obispos y presbíteros se amparen en la llamada de Jesús al seguimiento para justificar la ley del celibato:
“Hombre, a mí como base teológica me basta aquello de “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo”. Pero claro, como hoy día sólo tenemos como cierto del Evangelio aquello que nos convence, y lo que no, se lo han debido de inventar redactores posteriores, pues nada... que cada cual haga de su capa evangélica un sayo interesado...” (Cualquiera. sábado 25 julio 2015, 20:19).


¿Todos los cristianos (“los que vienen a mí”) deberán ser célibes? Por favor, seamos serios y no manipulemos la Palabra de Dios. Cualquier cristiano cabal debe entregar su corazón entero al Amor divino. Desde ese Amor vive toda su realidad personal, familiar, social... Así se entiende el amor cristiano como “indiviso”, unificado “por la caridad, nudo de la perfecta unidad” (Col 3, 14).

Rufo González
Volver arriba