“Los hechos nos tienen ciegos”, decía santa Teresa de Jesús. Sigue siendo verdad. Las primeras comuniones, durante este mes de mayo, nos meten por los ojos el folklore sacramental que confunde el camino de Jesús con las ceremonias, las costumbres sociales, los regalos... Pidamos la luz del cielo para centrar nuestra vida en el seguimiento de Jesús diciendo: “Ábrenos `los ojos del corazón´”.

Por la Iglesia:
- que predique y viva el Evangelio;
- que promueva comunidades de vida evangélica.
Roguemos al Señor: “Ábrenos `los ojos del corazón´”.

Por la reforma evangélica de la Iglesia:
- que se promueva la participación de todos los bautizados;
- que haya diálogo, conocimiento del evangelio, espíritu de oración...
Roguemos al Señor: “Ábrenos `los ojos del corazón´”.

Por los ministerios o servicios eclesiales:
- que solteros y casados puedan desempeñar cualquier ministerio;
- que mujeres y hombres sean iguales en cuanto a responsabilidades eclesiales.
Roguemos al Señor: “Ábrenos `los ojos del corazón´”.

Por los gobernantes civiles:
- que respeten los derechos y deberes sociales y religiosos;
- que sean honrados y ejemplares en su dedicación.
Roguemos al Señor: “Ábrenos `los ojos del corazón´”.

Por los más necesitados:
- que encuentren oportunidades de superación;
- que el Señor sostenga “la esperanza de su llamada” a vivir en amor.
Roguemos al Señor: “Ábrenos `los ojos del corazón´”.

Por esta celebración:
- que sintamos la presencia de Jesús en medio de la comunidad;
- que deseemos vivir en el amor de Jesús a los más débiles.
Roguemos al Señor: “Ábrenos `los ojos del corazón´”.

“Ábrenos, Jesús resucitado, `los ojos del corazón´” para “para que conozcamos la esperanza de tu llamada, la riqueza de la gloria de tu herencia otorgada a tu pueblo, la excelsa grandeza del poder divino para con nosotros, los creyentes, según la fuerza de su poderosa virtud” que es su Amor. Te lo pedimos a ti, Jesús, que vives por los siglos de los siglos.

Amén.

Rufo González