Preces de los Fieles (Asunción de María, 15 agosto 2016)

La mujer tiene idéntica dignidad en la Iglesia. Recibe dones del Espíritu y no le falta capacidad de liderazgo. La ideología clerical (ideología de género masculino), protagonizada por varones, le tiene prohibido el ejercicio de algunos ministerios. Pidamos, por intercesión de María, la reforma de la Iglesia diciendo: “Queremos `hacernos todos uno mediante el Mesías Jesús´” (Gál 3,26-28).

Por la Iglesia:
- que se inspire en el Evangelio para organizar su vida e instituciones;
- que reconozca en la mujer cristiana los mismos derechos y deberes que en los varones.
Roguemos al Señor: “Queremos `hacernos uno mediante el Mesías Jesús´” (Gál 3,26-28).

Por quienes presiden las comunidades cristianas:
- que promuevan el bien común, el diálogo y la colaboración de todos;
- que se distingan por cuidar de los más débiles.
Roguemos al Señor: “Queremos `hacernos uno mediante el Mesías Jesús´” (Gál 3,26-28).

Por nuestros políticos:
- que les mueva a actuar la vocación de servicio a todos, no su propio encumbramiento;
- que sean capaces de entenderse y encontrar soluciones el bien común.
Roguemos al Señor: “Queremos `hacernos uno mediante el Mesías Jesús´” (Gál 3,26-28).

Por las fiestas de nuestro pueblo:
- que sean humanizadoras, evitando costumbres salvajes y peligrosas;
- que sean alegres, inciten a la colaboración, diviertan y relajen.
Roguemos al Señor: “Queremos `hacernos uno mediante el Mesías Jesús´” (Gál 3,26-28).

Por los más débiles (enfermos, refugiados, parados...):
- que sientan nuestro cariño, cercanía y ayuda;
- que trabajen, se unan y colaboren en sus problemas comunes.
Roguemos al Señor: “Queremos `hacernos uno mediante el Mesías Jesús´” (Gál 3,26-28).

Por esta celebración:
- que nos dé conciencia de igualdad, fraternidad, libertad...;
- que mujeres y hombres compartamos tareas en nuestra iglesia.
Roguemos al Señor: “Queremos `hacernos uno mediante el Mesías Jesús´” (Gál 3,26-28).

María glorificada es también signo de la misma dignidad de la mujer y el varón en la Iglesia. Que su recuerdo nos anime a todos a cambiar aquellas cosas que son indignas del bautismo que “nos vinculó y nos revistió del Mesías, haciéndonos a todos uno...” (Gál 3,26-28). Por Cristo Jesús que vive por los siglos de los siglos.

Amén.
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