Hoy Pablo, y también el evangelio de Jesús, nos llaman a la responsabilidad. De todos y de cada uno depende que haya más y mejor vida. Los gritos de los seres más débiles nos llaman a convertirnos a su ayuda. Pidamos cuidar la naturaleza y a las personas, diciendo: “queremos convertirnos a tu amor, Jesús”.

Por la Iglesia:

- que respete la naturaleza de las personas y las cosas;

- que invite a todos a trabajar por el bien común.

Roguemos al Señor: “queremos convertirnos a tu amor, Jesús”.

Por las intenciones del Papa (marzo 2019):

- por el “reconocimiento de los derechos de las comunidades cristianas”; 

- “por las comunidades cristianas perseguidas, para que sientan la cercanía de Cristo”.

Roguemos al Señor: “queremos convertirnos a tu amor, Jesús”.

Por los ministerios eclesiales:

- que puedan ser ejercidos por cristianos y cristianas;

- que sean “misión de todos” proponer, cuidar y elegir a los más aptos.

Roguemos al Señor: “queremos convertirnos a tu amor, Jesús”.

Por la conversión personal y comunitaria:

- que conozcamos nuestros defectos y maldades;

- que seamos capaces de cambiar de mente y corazón.

Roguemos al Señor: “queremos convertirnos a tu amor, Jesús”.

Por los necesitados de comida, trabajo, casa...:

- que los consideremos hermanos y miembros de “nuestro cuerpo”;

- que les atendamos y ayudemos a superar la situación.

Roguemos al Señor: “queremos convertirnos a tu amor, Jesús”.

Por esta celebración:

- que nos haga conscientes de nuestra responsabilidad en la vida;

- que sintamos el amor de Jesús ante toda desgracia.

Roguemos al Señor: “queremos convertirnos a tu amor, Jesús”.

Queremos, Señor, que tu Espíritu nos ilumine para conocernos internamente, nos despierte tu amor sin límites, perdonando y colaborando con el bien, nos incite a reformar nuestra comunidad para que sea “la iglesia que tú querías”. Tú, que vives por los siglos de los siglos.

Amén.