Preces de los Fieles (D. 25º TO C 18.09.2016): “Dios no hizo rico a uno y pobre a otro”

No podéis servir a Dios y al dinero”, nos dice hoy Jesús. Él, Dios humanizado, sufre en los más débiles, pasa hambre y sed, está enfermo y en la cárcel... y “no es servido” cuando acumulamos y vivimos para tener... Pidamos trabajar por la buena distribución de los bienes, diciendo: “queremos servir a Dios, no al dinero”.

Por la Iglesia:
- que anuncie sin cesar: “los bienes de la tierra están destinados a todas las personas”;
- “todos tienen derecho a poseer una parte de bienes suficiente para sí y sus familias” (GS 69).
Roguemos al Señor: “queremos servir a Dios, no al dinero”.

Por nuestra sociedad:
- que proteja para todos el “deber de trabajar y el derecho al trabajo”;
- que las condiciones del trabajo sean humanas, dignas y suficientes.
Roguemos al Señor: “queremos servir a Dios, no al dinero”.

Por los servidores de las iglesias:
- que sean honrados y trabajadores, cumpliendo con sus deberes;
- que rindan cuentas de su dedicación a la comunidad a la que sirven.
Roguemos al Señor: “queremos servir a Dios, no al dinero”.

Por los políticos:
- que favorezcan la participación de los trabajadores en las empresas;
- que corrijan los abusos, la explotación, los salarios insuficientes...
Roguemos al Señor: “queremos servir a Dios, no al dinero”.

Por los más débiles (enfermos, parados, ancianos...):
- que se unan y ayuden para ser respetados y atendidos;
- que en las comunidades cristianas sean el centro de nuestra atención.
Roguemos al Señor: “queremos servir a Dios, no al dinero”.

Por esta celebración:
- que nos renueve en el espíritu de Jesús, pobre y desprendido;
- que nos llene de su amor para trabajar por la vida digna de todos.
Roguemos al Señor: “queremos servir a Dios, no al dinero”.

Queremos, Jesús de todos, “trabajar por una mayor justicia y caridad en nuestro mundo. Así contribuimos al bienestar de la humanidad y a la paz del mundo” (GS 72). Como tú, Jesús resucitado, que vives por los siglos de los siglos.

Amén.

Rufo González
Volver arriba