Preces de los Fieles (D. 7º TO 2ª Lect. 24.02.2019): El Espíritu de Jesús nos guía a la plenitud

La eucaristía es una vivencia del Espíritu. Movidos por el Espíritu hemos venido a celebrar la memoria de Jesús. Su memoria, resumida en la cena, en la mesa de la fraternidad. Este Espíritu de amor a todos nos hace interceder por el mundo entero ante el Padre, el Hijo y el Espíritu. Pidamos por todos diciendo: “Danos, Señor, un amor como el tuyo”.

Por la Iglesia:
- que el amor de Dios, manifestado en Jesús, se manifieste en la Iglesia;
- que tenga preferencia por los más necesitados.
Roguemos al Señor: “Danos, Señor, un amor como el tuyo”.

Por las intenciones del Papa:
- que “acojamos generosamente a las víctimas de la trata de personas;
- que cuidemos de “las víctimas de la prostitución forzada y de la violencia”
Roguemos al Señor: “Danos, Señor, un amor como el tuyo”.

Por nuestra sociedad:
- que crezca en bondad, en justicia, en bienestar para todos;
- que cuide el reparto de los bienes en beneficio de todos.
Roguemos al Señor: “Danos, Señor, un amor como el tuyo”.

Por los políticos:
- que no mientan, sean desprendidos, cumplan con su deber;
- que sean transparentes, ofrezcan lo que pueden cumplir.
Roguemos al Señor: “Danos, Señor, un amor como el tuyo”.

Por las víctimas de accidentes:
- que sientan nuestra solidaridad, acompañamiento, ayuda;
- que tengan serenidad, asuman pacientemente la situación nueva.
Roguemos al Señor: “Danos, Señor, un amor como el tuyo”.

Por esta celebración:
- que sintamos el Espíritu de Jesús que nos habita;
- que la palabra de Jesús nos llegue al corazón y a la vida.
Roguemos al Señor: “Danos, Señor, un amor como el tuyo”.

Danos, Señor, un amor como el tuyo. Amor que nos da vida sin cobrar y sin exigir nada. Amor que nos quiere siempre, incluso cuando le rechazamos. Amor que nos espera siempre, aunque estemos fuera del camino. Amor que nos llama siempre a vivir y a disfrutar de la vida por los siglo de los siglos.

Amén.

Rufo González
Leganés, febrero 2019
Volver arriba