Preces de los Fieles (D. 24º TO C 11.09.2016): Jesús no rechaza ni excomulga a nadie

El Padre acoge al hijo que vuelve a casa. Le basta la vuelta al Padre. Así recupera toda su situación filial. El Padre monta un banquete para hacerle partícipe de su alegría. Al hijo mayor le invita a mirar la vida fraterna, no la depravada del hermano. Pidamos actuar como este Padre bueno, diciendo: “nuestra iglesia es la casa del Padre”.

Por la Iglesia:
- que sea de verdad la casa del Padre que ama y acoge a todos;
- que vivamos la igual dignidad, la fraternidad, la libertad guiada por el amor.
Roguemos al Señor: “nuestra iglesia es la casa del Padre”.

Por la paz en nuestra sociedad:
- que todos los humanos participen de los bienes necesarios;
- que seamos capaces de organizarnos y poder vivir en armonía.
Roguemos al Señor: “nuestra iglesia es la casa del Padre”.

Por los dirigentes políticos:
- que perdonen y recuperen a quienes vivieron en la injusticia;
- que respeten la independencia de los tribunales de justicia.
Roguemos al Señor: “nuestra iglesia es la casa del Padre”.

Por el mundo de la Justicia:
- que todos seamos iguales ante la ley y los tribunales;
- que sea limpio de corrupción y discriminación ideológica.
Roguemos al Señor: “nuestra iglesia es la casa del Padre”.

Por los “jueces de paz” de nuestros pueblos:
- que tengan un corazón justo y sean amigos de todos;
- que sean activos constructores de paz y entendimiento.
Roguemos al Señor: “nuestra iglesia es la casa del Padre”.

Por esta celebración:
- que nos ayude a vivir el amor del Padre bueno de Jesús;
- que sintamos la comunión entre nosotros, solidarios de todo sufrimiento.
Roguemos al Señor: “nuestra iglesia es la casa del Padre”.

Sí, eso queremos ser: la “casa del Padre”. Que tu Espíritu nos despierte a tu amor. Que, a pesar de nuestras diferencias, tu amor nos una, nos ayude a respetarnos y a trabajar por el bien de todos. Por los siglos de los siglos.

Amén.

Rufo González
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