Preces de los Fieles (D. 8º TO A 2ª Lect. 26.02.2017): Remando en favor del Amor

Buscar el reino de Dios y su justicia” es trabajar por una vida donde todas las personas puedan vivir bien con su trabajo. Producir y rendir en el trabajo es muy humano. “No se trata de que unos tengan desahogo y otros apuros, sino que haya igualdad” (2Cor 8, 13). Pidamos “remar” en favor del Amor, diciendo: “queremos `servir a Dios, no al dinero´”.

Por la Iglesia:
- que sea ejemplo de sencillez, humildad, desprendimiento;
- que anime a la honradez, al trabajo bien hecho, a la ayuda mutua.
Roguemos al Señor: “queremos `servir a Dios, no al dinero´”.

Por el mundo económico:
- que sea gestionado sin corrupción, de forma transparente;
- que evite la existencia de muchos pobres y poco ricos.
Roguemos al Señor: “queremos `servir a Dios, no al dinero´”.

Por el mundo del trabajo:
- que todos puedan trabajar según vocación y preparación;
- que la convivencia y las condiciones laborales sean dignas.
Roguemos al Señor: “queremos `servir a Dios, no al dinero´”.

Por los parados, enfermos, perseguidos, encarcelados...:
- que sean atendidos humanamente;
- que no pierdan su honradez, su fortaleza de espíritu.
Roguemos al Señor: “queremos `servir a Dios, no al dinero´”.

Por los niños y jóvenes:
- que sean educados en el trabajo, en la responsabilidad, en la bondad;
- que estudien y se preparen para contribuir a mejorar la vida.
Roguemos al Señor: “queremos `servir a Dios, no al dinero´”.

Por esta celebración:
- que nos dé el espíritu de Jesús: ser buenos, no tener muchos bienes;
- que nos centre en el hoy, en nuestra responsabilidad actual.
Roguemos al Señor: “queremos `servir a Dios, no al dinero´”.


No queremos estaragobiados por el comer, el beber, el vestir... Nuestro Padre sabe que tenemos necesidad de todo eso”. Queremos “buscar el Reino de Dios y su justicia. Lo demás vendrá con ello”. Queremos, por tanto, trabajar porque nadie esté agobiado por comida y vestido. Queremos que haya más igualdad, más libertad, más fraternidad, más Reino de Dios. Por los siglos de los siglos.

Amén.

Rufo González
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