El bautismo expresa nuestra adhesión a la vida de Jesús. “Entramos a esta situación de gracia en que estamos” (Rm 5, 2). Es la consagración fundamental de hijos de Dios; somos consagrados sacerdotes de la nueva alianza para dar el Amor divino a todos y comunicarnos directamente con el Padre del cielo. Pidamos tomar conciencia de nuestro bautismo diciendo: “queremos vivir para Dios como Jesús”.

Por la Iglesia, comunidad de bautizados:
- que se deje llevar del Espíritu de Jesús: de su amor y misericordia;
- que “en ella no haya desigualdad por raza, nacionalidad, condición social o sexo” (LG. 32).
Roguemos al Señor: “queremos vivir para Dios como Jesús”.

Por la práctica bautismal:
- que el bautismo sea consecuencia de la fe libre en la vida de Jesús;
- que el bautismo sea una celebración viva, “entrada a la gracia” del Espíritu.
Roguemos al Señor: “queremos vivir para Dios como Jesús”.

Por nuestra conciencia bautismal:
- que renovemos con frencuencia la opción de vida por el Evangelio;
- que no apaguemos el Espíritu, sino que lo escuchemos y lo sigamos.
Roguemos al Señor: “queremos vivir para Dios como Jesús”.

Por quienes se oponen al Reino de Jesús:
- que escuchen a su corazón y conozcan la vida de Jesús;
- que sean valientes para convertirse al Bien, a la Verdad, a la Vida.
Roguemos al Señor: “queremos vivir para Dios como Jesús”.

Por quienes no viven dignamente:
- que seamos capaces de respetarlos y cuidar su dignidad humana;
- que les hagamos el bien que podamos y los liberemos del mal.
Roguemos al Señor: “queremos vivir para Dios como Jesús”.

Por esta celebración:
- que nos haga sentir que “todos nosotros somos uno en Cristo Jesús” (Gál 3, 28; Col 3, 11);
- que la comunión con Jesús sea comunión con los hermanos.
Roguemos al Señor: “queremos vivir para Dios como Jesús”.

Señor, queremos tener tus mismos sentimientos y hacer tus mismas obras. Que el Espíritu que nos habita nos ilumine y nos impulse a vivir “la novedad de tu vida” (Rm 6, 4). Tú, que vives por los siglos de los siglos.

Amén.

Rufo González