Preces de los Fieles (D. 14º TO B 05.07.2015)

“Buscamos una Iglesia, que desde su experiencia de Dios, anuncie el Evangelio del Reino
y denuncie con valor todo aquello que se opone al proyecto de Dios;
una Iglesia defensora de la vida y de los derechos humanos...;
una Iglesia en la que el celibato sea fruto de la libre elección personal,
sin que constituya una condición para ejercer el ministerio sacerdotal”. (Fernando Bermúdez: en Curas casados. Historias de fe y ternura. Moceop 2010. Albacete, p. 196).
Pidamos la Iglesia-Evangelio diciendo: “Nos basta tu gracia, tu amor” (2 Cor 12,9)

Por la Iglesia:
- que escuche la voz de los profetas de hoy;
- que se deje llevar del Espíritu de libertad y amor de Jesús.
Roguemos al Señor: “Nos basta tu gracia, tu amor” (2 Cor 12,9)

Por el Papa Francisco:
- que“piense en una conversión del papado” inspirada en el Evangelio;
- que “esté abierto a las sugerencias... fieles a Jesús y a las necesidades actuales” (Ev. G. 32).
Roguemos al Señor: “Nos basta tu gracia, tu amor” (2 Cor 12,9)

Por los gobernantes civiles:
- que escuchen a todos, especialmente a los más necesitados;
- que se vean libres de nepotismo, amiguismo, enchufismo...
Roguemos al Señor: “Nos basta tu gracia, tu amor” (2 Cor 12,9)

Por los conflictos entre culturas:
- que todos respeten los derechos fundamentales: la vida, la libertad, el trabajo...;
- que todas la naciones se unan para evitar la confrontación armada.
Roguemos al Señor: “Nos basta tu gracia, tu amor” (2 Cor 12,9)

Por las víctimas de las diversas violencias:
- que no se encierren en sí mismas, sino que se unan solidariamente;
- que nuestras comunidades compartan su dolor y les ayuden.
Roguemos al Señor: “Nos basta tu gracia, tu amor” (2 Cor 12,9)

Por esta celebración:
- que nos abra el corazón al Evangelio de Jesús;
- que nos liberemos de costumbres o conductas inhumanas.
Roguemos al Señor: “Nos basta tu gracia, tu amor” (2 Cor 12,9)

Esta gracia le bastó a Pablo en su lucha por construir comunidades fraternas,
a pesar de sus debilidades, de los insultos, privaciones, persecuciones...
Esta gracia sigue bastando hoy a tantos esforzados testigos de tu amor y libertad.
Esta gracia es tu Amor, que nos habita por los siglos de los siglos.

Amén.

Rufo González
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