Principio de mínima enseñanza y absurdos en la asignatura de química.

En un primer vistazo es posible verificar que un profesor es malo cuando se rige por el llamado Principio de Mínima Enseñanza, el cual lo enuncio como sigue:
Todo docente desinteresado por su profesión minimiza sus problemas laborales transmitiendo el mínimo conocimiento posible.
Resulta muy curiosa su aplicación en asignaturas como matemáticas, tecnología, física y química (en el resto de asignaturas no opino porque desconozco el caso). Por ejemplo, en 1º de ESO, donde los estudiantes todavía no son tan calamidades, existen muchos colegios en que sus profesores han decidido, irresponsablemente, suprimir del temario las ecuaciones de primer grado (en consecuencia se ve incluso afectada la famosa regla de tres). Optan por desplazar la enseñanza de las mismas al curso siguiente, 2º de ESO, y en 2º de ESO desbordados por tal tarea, optan a su vez por desplazar los sistemas de ecuaciones a 3º de la ESO, y a su vez se desplazan más y más conocimientos que debieran adquirir al curso de 4º de la ESO. Es en este curso donde se exige más de lo que se exigió en años anteriores, y donde caen como moscas.
Estos problemas que surgen en la asignatura de matemáticas, se traducen en desastres mayores en las asignaturas de Física-Química y Tecnología, ya que al tener tan escasos conocimientos de ecuaciones y expresiones algebraicas, puedo presenciar casos tan ridículos como no saber despejar una variable de una ecuación.
Debo acusar a estos profesores de matemáticas de ser unos irresponsables, ellos con su nefasta actitud, han hipotecado el futuro de muchos chavales no enseñando las herramientas más importantes de los temarios de matemáticas como son las ecuaciones.
Pero también resulta curioso como en 3º de la ESO, en Física y Química (que no se porque no lo llaman únicamente química), muchos profesores renunciando a dar entero el temario y dar únicamente química, comprendo que para dos vergonzosas horas semanales no les de tiempo, pero joder, las configuraciones electrónicas de los átomos que están dando son mentiras, y las explicaciones que se dan sobre reacciones y disoluciones son incompletas. Por favor, den bien la asignatura, que no es tan difícil enseñar correctamente las configuraciones electrónicas o pedirles que dividan moles entre volumen de disolución para obtener una molaridad.
Pero hay una cosa que a mi me exaspera en química. Se ha extendido misteriosamente entre muchos profesores de química de la ESO la nefasta actitud de combatir las enseñanzas de la asignatura de matemáticas. Para ello se entregan en cuerpo y alma a destruir la propia regla de tres en muchísimos problemas de química, en su lugar quieren y pretenden que los alumnos usen los factores de conversión, que es verdad, son más rápidos, pero les cuesta muchísimo de entender.
Esto último que les cuento lo padecí en 2º de BUP y en COU, donde se me impidió utilizar en química la regla de tres. Lo curioso es que en un examen de química de carrera, no sabía hacer un ejercicio usando factores de conversión, y se me ocurrió preguntarle a un catedrático del departamento de Química-Física de la Facultad de Químicas que nos examinaba si podía usar la regla de tres, la respuesta de este catedrático lo dijo todo: “Si a mi no me dejasen usar la regla de tres, yo no sabría hacer este problema”. En química la regla de tres es una de las mejores herramientas en problemas de estequiometría.
Hay otra cosa que también me sorprende en el temario escolar de química de Bachillerato, resulta que se enseña el concepto de Normalidad en disoluciones. Pues resulta curioso que tal concepto está siendo erradicado de la química y se ha suprimido del temario de muchas asignaturas de química de carrera. Hay que reconocer que el mismo es endiablado de entender. Pero si ya no se usa en química ¿para qué diablos se sigue enseñando en colegios e institutos?