Respuesta a un comentario de una proabortista.

Les pongo un comentario que me hizo una comentarista llamada Simona:

Soy una mujer convencida que el aborto es un asunto privado de cada mujer y que no debe andarse discutiendo por ahí por ningún hombre. Debe considerarse que así como se defienden los derechos del feto, también se deben defender los derechos de la mujer que no desea tener a ese bebé y que así lo ha decidido con total libertad, sin presiones, con pleno conocimiento. No estoy de acuerdo con los abortos provocados mediante presiones que se ejercen sobre la mujer. Finalmente el hombre es solo el proveedor genético y por lo mismo, la decisión le atañe solo a la mujer. Además, no debe olvidarse que la maternidad no es un instinto y por eso no funciona como un reloj. Si se permitiera el aborto en todos los países, no habrían tantos niños abandonados en las calles y no nacerían diariamente tantos niños no deseados.

Señora Simona, me parece de solemne idiotez que se nos catalogue a los hombres de algo tan bajo como el ser proveedores genéticos. Me parece una frase pobre y sumamente ridícula. Es como aquellos hombres que solo ven en la mujer un recipiente para que nazcan sus hijos. Haga usted el favor señorita Simona de pensarse muy bien esa tontería, porque un hombre que deja embarazada a una mujer, si es decente o quiere serlo debe asumir su responsabilidad y no escaquearse. Tal vez hasta incluso con la excusa que usted propone alguno alegará que si deja embarazada a una no es responsabilidad suya, porque en el polvo se le escapó su material genético y este, y no él, hizo virguerías. El argumento que usted me propone es el de los machistas pero reconvertido al feminismo trasnochado (que no feminismo moderado) que algunas profesáis.

Por otra parte si hay niños abandonados por las calles o en orfanatos, no es por no haber sido abortados, sino porque o sus madres se murieron, o la pobreza les hizo abandonarlos, o bien porque alguna se pasó cuatro pueblos de feminista trasnochada (que no moderada) y con eso de la independencia y libertad radical de la mujer acabó por dejarlo tirado por donde más le convino. Y es que en la calle y orfanatos pueden estar los hijos buscados como los no buscados, y por mucho aborto que usted proponga como remedio de males, que por cierto se práctica y clandestinamente en muchos países donde es ilegal, los niños abandonados seguirán abandonados.

Y por cierto señorita Simona, el aborto no es precisamente una solución como cuando el dentista te saca una muela con caries. En ocasiones causa a quienes recurren a él un dolor que no se pasa con una simple aspirina.

Cuando hablemos de prevención de abortos, hablemos de abstinencia, fidelida y condones. Y si ya está producido el embarazo, hablemos de apoyar a la mujer para que ni las presiones familiares, ni las económicas, ni las diversas presiones sociales las conduzcan a tomar esta decisión.
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