El entendimiento (I)

La llave que se usa constantemente reluce como plata: no usándola se llena de herrumbre. Lo mismo pasa con el entendimiento. Benjamín Franklin

Vivimos en tiempos de crispación política, tiempos feos que aconsejan alejarse o evadirse de todo medio de comunicación que hable o nos intente contar algo sobre política. Cuando hay políticos importantes y con mucho poder que desean enfrentarnos los unos con los otros lo consiguen siempre haciendo destacar, incluso hasta la demagogia y la mentira, lo que les diferencia del otro partido.

Ocurre que en mi querido país, España, los políticos tienden a pelearse por cualquier punto o coma que falte en lo que dice el partido o partidos rivales. Imaginémonos que dos partidos comparten la misma idea o el mismo objetivo, pero que ciertas personas de ambos partidos desean antes la confrontación que el entendimiento. Imaginémonos que un partido defiende una ley A, y que el partido opositor defiende A’, siendo A y A’ leyes muy parecidas salvo en una cosilla sin importancia. Es cuando entonces aparecen en escena los crispadotes que se encargarán de acusar al partido o partidos opositores de no defender en esencia lo que significa A y A’.

Mi juventud solo me ha permitido escuchar con bastante atención los telediarios de los últimos 10 años, he visto muchas tonterías, mentiras, demagogias y toda clase de absurdos, pero cuando ha habido intención de entenderse unos políticos los crispadotes han permanecido callados y los más diplomáticos han actuado. Me resulta curiosa esta forma de proceder, como ciudadano pienso que tal vez el entendimiento debería imperar siempre antes que la confrontación y la crispación, y creo que así pensamos la mayoría de este país.

Pero planteémonos lo siguiente: ¿Qué pasaría si un partido en el gobierno con un 40% de escaños llevase una legislatura tranquila y sin grandes complicaciones y sobresaltos? Pues que es más probable que la ciudadanía reaccionase favorablemente a dicho partido. Pero ahora planteémonos que existe un clima de crispación, un clima tenso y de insultos verbales, de crispación y poco diálogo. El resultado se vuelve inestable.

Esta pregunta me la planteo, en la Comunidades Autónomas la crispación generalmente es menor, y los gobiernos de un mismo partido repiten legislatura tras legislatura. Pero en el gobierno de la nación ya hemos tenido cinco presidentes del gobierno, y algunas comunidades autónomas solo han tenido hasta ahora un solo presidente a la Comunidad.

Tal vez esto de la crispación busque un objetivo, pero he visto saldarse con resultados negros a la oposición y al gobierno, que creo que en las próximas elecciones a la presidencia del gobierno es posible cualquier resultado. En cualquier caso, si los políticos seguirán con esta crispación creo que al final quienes pierden y acaban agotados seremos nosotros.
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