La historia de mi amigo Ruben Dario (Sexta y última parte)

Después de vivir en Lorca, mi abuela decidió que nuestro futuro era mejor en Madrid, ya que aquí supuestamente tenía más posibilidades de salir adelante, de regularizar mi situación, y tener una educación de más nivel. La noticia hizo que una vez más me pusiera triste, pero esta vez con más razón, porque tenía que dejar atrás a todos mis amigos, con los que sinceramente había compartido muy buenos momentos y de los cuales aún conservo muy gratos recuerdos.

Nos instalamos en Getafe. Alli empecé de nuevo el instituto (1º de bachillerato), en un principio todo iba muy bien, aunque no tenía un grupo de amigos como en Murcia. No tenía con quien salir, y muchas veces ni con quien charlar en el recreo, que la verdad me lo pasaba caminando para no sentirme solo. Después de casi un año fui cogiendo mas confianza con los compañeros de clase, pero aún así es una relación que nunca llegó a su punto culmine.
Otro problema que marcó profundamente mi vida, fue el tema de los papeles. Al estar en una situación fuera de lo común (con mi madre en otro país, siendo yo menor de edad) no conseguía que me aceptaran los papeles y me dieran el visto bueno. Pero gracias al director de mi instituto, al profesorado, y a mis compañeros hoy en día tengo papeles, y me siento muy afortunado por haber contado con tal apoyo, sin ellos no podría estar ahora mismo estudiando en la universidad, no hubiera podido conocer a muchas personas que ahora mismo me importan muchisimo y que son un gran soporte para mi. Gracias
Me encerré en mi mundo, en mi habitación, en internet como producto de la soledad. Al menos por ese medio tenía algo más que hacer, aunque fuera de una forma más impersonal. En internet comencé a conocer poco a poco a gente increible, que la verdad nunca pensé que los iba a conocer por este medio.
En cuanto a mi vida familiar, ahora es mucho más estable, aunque aún sigo separado de mi madre. Ella convivé aún con Rocco, un italiano del sur, de personalidad muy dominante y a veces incluso pesante. En el fondo digamos que nos llevamos bien, pero no todo lo que podría haber sido. De vez en cuando regreso a Suiza, a visitar a mi madre ya que se encuentra practicamente sola en Suiza. Sus jornadas laborales son terribles, realmente duras. La soledad, el estrés, el cansancio, la tristeza (aunque no lo demuestre porque es una madre muy fuerte, con una personalidad muy solida) son sinonimos de la vida que ahora mismo lleva mi madre. Ahora mismo se encuentra muy depre, ya ni come casi, y encima nos oculta sus problemas. Por eso y muchas otras razones he decidido irme a Suiza, por lo menos durante un mes, para poder estar con ella y apoyarla un poco en lo que necesite.
Respecto a mi vida actual, solo puedo decir que estoy muy satisfecho. Estoy rodeado de mucha gente que me quiere y me aprecia por lo que soy, por lo que estoy muy agradecido con todos, y espero que todo continue siendo igual, que sigamos compartiendo muchas locuras juntos, confesiones, consejos, fiestas... en fin gracias. Ya sabéis que podéis contar conmigo tanto para lo bueno como para lo malo.

Volver arriba