Pues que poca moral tengo.

Esta claro que no solo me va a negar el carné de católico, que por cierto solo él lo otorga y solo él lo quita. Tampoco tengo moral ni ética alguna según esta persona, que veo se le da bien juzgar las conciencias. Dice que le doy pena.

Pues en fin, pobrecito de mi. Aunque menos mal que Dios es misericordioso y con uno de los dos tendrá misericordia. Pues él a su manera cree ser bueno juzgando conciencias. Yo creo que a tanto no llego de juzgar completamente la moral de alguien. Hay quien no tiene ética o moral alguna en el trabajo, hay quien no la tiene con la familia, y hay quien un poco de todo. Pero todo el mundo alguna moral tiene. Yo desde luego no soy como la ETA que asesina gente y tampoco me gusta condenar a personas que ni me han echo nada ni buscan hacer daño a alguien. Podré ser crítico eso si con lo que no me guste, y con frecuencia reconozco mis excesos, pues la moral que creo tener me dice: Julián te pasaste.

Pero como nos juzga un mortal de recta y perfectísima moral, límpio de pecado, inmaculado tal vez de nacimiento, poco dado al insulto y cuando insulta no insulta, sino que califica, por ello arroja la primera piedra sobre mi cabeza porque debo ser ante sus ojos la prostituta adultera de los evangelios a la que Cristo salvó la vida.

Como equivocarse es humano, y me juzgan este doctor de la ley, del catecismo entiéndanme, voy corriendo a los pies del señor a pedirle misericordia, pues humano es equivocarse. Y para mi está y estará equivocado este señor con sus condenas, con su interpretación literal de todo, con su manía de poner la ley por encima del hombre, etc. Espero que nunca le acaezcan desgracias a los suyos por eso, porque la vida da muchas vueltas y muchos golpes, y cuanto más cerrado es uno, más firme, más cabezota y menos humilde, mayor será la caida que experimentará cuando nos sorprenda la desdicha. Y ojalá y más le vale, no vuelva a darle la espalda a Dios como ya hizo.
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