La respuesta del Vaticano a la epidemia, durante la audiencia en la plaza de San Pedro Francisco animó a las autoridades a "frenar el contagio" del coronavirus

El Papa Francisco, en la audiencia de hoy
El Papa Francisco, en la audiencia de hoy

En el inicio de la Cuaresma, el pontífice mantuvo su audiencia general pese a los 300 infectados en toda Italia y renovó su "cercanía" a los contagiados

Francisco renovó su oración por Irak, y reveló que este año "estaba en programa" una visita al país asiático, ahora convertido en "un campo de batalla"

El papa Francisco renovó hoy su "cercanía" con los infectados por el coronavirus Covid-19, que superan los 300 en Italia, y animó a las autoridades a "frenar el contagio" de la enfermedad.

"Deseo expresar nuevamente mi cercanía a los enfermo del coronavirus y a los operadores sanitarios que los curan, así como a las autoridades civiles y a todos los que se están esforzando para asistir a los pacientes y frenar el contagio", aseveró el pontífice en la Plaza San Pedro antes de saludar a los fieles italianos.

El encuentro de Bergoglio y sus fieles, el primero de año en la plaza vaticana, significó la primera respuesta de la Santa Sede a la epidemia, ya que la audiencia estaba originalmente planeada para el Aula Pablo VI pero se cambió a un lugar abierto.

Francisco, durante la audiencia

Durante su mensaje, el pontífice renovó además su oración por Irak, y reveló que este año "era en programa" una visita al país asiático, ahora convertido "en un campo de batalla".

Ayunar es renunciar a las cosas vanas

En la audiencia, el Papa se refirió al tiempo cuaresmal y planteó que "en el desierto, también nos alejamos de tantas realidades superfluas que nos rodean, aprendemos a “ayunar”, que es renunciar a cosas vanas para ir a lo esencial".

El Papa saluda a los fieles en San Pedro

"Por último, el desierto es un lugar de soledad. Allí podemos encontrar y ayudar a tantos hermanos descartados y solos, que viven en el silencio y en la marginalidad", destacó.

Apagar la televisión, abrir la Biblia

"El camino a través del desierto cuaresmal es un tiempo propicio en nuestra vida para apagar la televisión y abrir la Biblia; para desconectarnos del celular y conectarnos al Evangelio; para renunciar a tantas palabras y críticas inútiles para estar más tiempo con el Señor y dejar que transforme nuestro corazón", finalizó.

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