'Estamos a tiempo de corregirnos todos' Sentirnos corresponsables ante el 10 de noviembre

10 de noviembre
10 de noviembre

Nosotros los ciudadanos y votantes anónimos lo que deberíamos de valorar es qué Partido o qué Partidos están por la labor de construir una sociedad de crecimiento conjunto y de convivencia

La semana pasada terminaba mi artículo señalando que "mi reflexión iría en la dirección de buscar un consenso social entre el tejido empresarial y el nuevo gobierno para potenciar un espacio adecuado que genere riqueza social", y lo haría respondiendo a una pregunta que se ha formulado en el mismo texto: ¿Qué deberíamos hacer las personas que no nos dedicamos a la política para hacerles entender que hay que trabajar con espíritu de servicio para lograr un espacio de convivencia y de crecimiento conjunto? La respuesta a esta pregunta no es otra que ejercer el derecho y la obligación de ser corresponsables.

Otra vez estamos en campaña y cada Partido Político está anunciándonos qué le gustaría hacer. Hubiera sido positivo que lo que ahora señalan lo hubieran propuesto en los cinco meses transcurridos antes de que se disolvieran ambas Cámaras, la de los Diputados y la del Senado. Pero, al final, habrá que aceptar que todo puede recomponerse.

Albert Rivera indica diez medidas para poder pactar con el PSOE, esto supone un verdadero cambio de estrategia. El PP se plantea, si es el caso, aunque aspira a gobernar, un pacto que pudiera apoyar un gobierno del PSOE. Unidas Podemos ser el partido que obligue a quien más votos obtenga, parece ser que el Partido Socialista, a no pactar con el centro derecha. Más País a ser el árbitro de la partida electoral. VOX a ser el verdadero garante de España. Habrá que esperar al diez de noviembre para que se pueda hacer una verdadera composición de lugar.

Pero, de verdad, queridos lectores, nosotros los ciudadanos y votantes anónimos lo que deberíamos de valorar es qué Partido o qué Partidos están por la labor de construir una sociedad de crecimiento conjunto y de convivencia.

Personalmente considero que Albert Rivera a quien no conozco; pero respeto, ha cometido una grave equivocación. Equivocación que también ha propiciado el propio Pedro Sánchez. Ambos han tirado por la borda un proyecto de país basado en la concordia y en la libertad. La semana pasada señalaba que "muchos ciudadanos lo tendrán presente a la hora de emitir el voto pensando que existe una segunda oportunidad".

Considero que el Gobierno de un País como España tiene que mirar al conjunto de la realidad. Esto significa tener en cuenta a todos los habitantes que poblamos las distintas Comunidades Autónomas y los distintos Municipios. Una mirada que solamente es entendible en un país que, no solo llamamos España sino que sentimos que somos España.

Mirar al conjunto supone apostar por planificar un crecimiento conjunto, esto significa que no puede haber diferencias que mermen el Estado de Bienestar según el territorio en donde se realice la vida. Crecer en conjunto conlleva tener una visión de 360º de España. Nuestra Constitución en clara y concisa al respecto. Esta perspectiva obliga a los responsables políticos a diseñar un plan de actuación en donde se potencie el trabajo conjunto. Es sorprendente ver a los políticos pensando únicamente en recaudar impuestos, siento éstos necesarios, en cuenta de escucharlos proponiendo el sentarse en una mesa, el Tejido Empresarial y los Partidos Políticos.

Candidatos
Candidatos

Existe, todavía, inmadurez al respecto y, todo pareciera, que se puede solucionar manteniendo la confrontación entre ambos agentes. Lo maduro, ante la crisis económica que se nos avecina, sería el ver que los partidos políticos proponen espacios de trabajo conjunto, en donde se estudie la manera de poder dar respuesta a los problemas que se pueden generar por los malos vientos económicos que pueden soplar.

Ver que el Tejido Empresarial y los Responsables Políticos están intentando buscar soluciones conjuntas, respetando cada parte su espacio, es lo que deberíamos premiar las personas que nos acerquemos a votar el próximo día 10 de noviembre.

Estos meses hemos vivido una gran inmadurez política; pero estamos a tiempo de corregirnos todos. Sí todos, porque la responsabilidad ha sido también de los votantes.

Después del 10 de noviembre debemos ejercer la corresponsabilidad exigiendo un gobierno estable, fiable y coherente con los tiempos que están por llegar. Pero la corresponsabilidad ya se tiene que hacer presente en este tiempo electoral que estamos viviendo: castigar al Partido que haga su campaña insultando y riéndose de los demás, aunque solamente lo manifieste una vez. Esto es lo que no podemos consentir y, mucho menos, aceptar como algo normal.

Precisamos de políticos estadistas que busquen el resolver los problemas que la población tiene; pero con realismo y sin engaños. Nadie habla del futuro de las pensiones en su verdera dimensión; tampoco de lo que supone atender a una población con una gran esperanza de vida y por tanto de rediseñar la atención sanitaria, haciendo valer la dimensión sociosanitaria; no se dice que el sistema educativo precisa una gran transformación, y para esto es muy necesario lograr que entren, entre otros actores sociales, el Tejido Empresarial, para poder afianzar la creación de empleo en nuevos nichos de trabajo y de mercado. Dar respuesta a estos temas solamente será posible, si el Tejido Empresarial y los Responsables Políticos apoyados por el Tercer Sector y por otros agentes sociales deciden planificar conjuntamente las soluciones.

La generación de riqueza social es el eje que puede vertebrar este trabajo conjunto. La población debe sentirse también corresponsable de esta dimensión, porque seremos la gran mayoría, considerada callada y silenciosa porque su responsabilidad política termina con el derecho a ejercer el voto, la que podrá exigir a los políticos un verdadero cambio de comportamiento.

El Tejido Empresarial tiene que realizar el gran esfuerzo de sentirse corresponsable en la generación de la riqueza social. Si esto lo hace se podrán empezar a cambiar los parámetros económicos, al mismo tiempo que servir de espejo para los responsables políticos; si éstos últimos se miran en este espejo empresarial no tendrán más remedio que cambiar su discurso electoral. El empresario no es la persona a la cual enfrentarse, lo he señalado en otros artículos, es el compañero de viaje para seguir afianzando el Estado de Bienestar. Este camino, sin duda, ayuda a la convivencia.

La corresponsabilidad conlleva un cambio de comportamiento en quienes formamos nuestra actual sociedad. La corresponsabilidad ayuda a construir un país que busca la hermandad; la solidaridad; la comprensión; el respeto; el reparto justo de los bienes en función de la propia iniciativa y emprendimiento; el crecimiento económico basado en el afianzamiento de una riqueza social; el potenciamiento de oportunidades para toda la población, sin excepciones; de planes de acogida coherentes buscando soluciones para los movimientos migratorios en origen a través de programas de promoción democrática, educativa, sanitaria y empresarial en estos países; el respeto por la creencias religiosas; la búsqueda de la interrelación cultural; y, sobre todo, reconociendo en la otra persona su Dignidad.

En esta campaña electoral no queremos vetos, no queremos fobias, no queremos desprecios, no queremos odios, no queremos listos, no queremos extremismos; lo que sí queremos es corresponsabilidad; porque solamente desde la verdadera corresponsabilidad se da el respeto a lo diferente, a los valores culturales que forman parte de nuestro ser y de nuestro hacer, a nuestras creencias y a nuestras manifestaciones de fe, a nuestra historia con sus defectos y virtudes. Seamos, por favor, corresponsables.

Pacto de respeto

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