Por ellos para ellos

Un hombre que venía de recoger castañas me dijo en la calle: “Roban, no se descubre el robo hasta pasados x años y se quedan con la pasta aunque todo le mundo se entere de que son unos ladrones. Aunque los descubran a tiempo tratarán de que las sentencias se aplacen hasta que el delito prescriba”. En esto y en otras muchas cosas, el Código debería copiar la Moral Católica que pone al ladrón como condición para perdonarle “devolver lo robado. Esta condición no prescribe nunca”. El hombre que llevaba el cestito de castañas añadió: “Aunque por casualidad alguno de ellos fuera a la cárcel, al salir tienen asegurada una vida de reyes. Eso de apestado social solo funciona entre nosotros; entre los de arriba el único apestado es el que no tiene dinero”. “Parece, de todos modos, que algunos jueces están sacando los pies de las alforjas. Vamos a ver cuanto les dura el arranque. La ley está hecha por ellos para ellos”, dijo alguien que llegó por allí.
Volver arriba