Prohombres de Cataluña, están empeñados, necesitan de quien les eche una mano y ponen condiciones para ser ayudados. No se dan cuenta de que en su situación, Ustedes, prohombres de Cataluña, son una brizna de hierba al socaire de aguas turbulentas. Ustedes son un burro amarrado que pelea contra un tigre suelto. De todos modos tienen derecho al pataleo y de gritar pero sus gritos son patadas de ahogado.