Desconfia de los muertos

Una amiga que anda arreglando los papeles de una herencia llevaba para presentar a la administración el certificado de defunción de la persona testamentaria hecho hacía seis meses. Le dijo el funcionario: “Este certificado está caducado”. Los que la escuchábamos nos freímos creyendo que nos contaba un chiste. Pero no. “Pero bueno. ¿Cree la administración que un muerto de hace seis meses puede haber vuelto a la vida?” No eso no lo cree pero la Administración es devota del absurdo, de la burocracia, de la estupidez. Nuestros legisladores son devotos de los papeles pero desprecian el conocimiento. Así como los políticos pasan el tiempo hablando para ocultar lo que deberían explicar pero que tienen miedo de que los ciudadanos lo sepan, el legislador pasa el tiempo haciendo leyes innecesarias para evitar hacer cumplir las existentes por miedo a que le caigan encima
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