¿Ignoran, desprecian o tienen razón?

Es de suponer que los que llaman nazis a sus adversarios en el Parlamento no saben el significado de las palabras, sino que les atribuyen significados que aquellas no tienen (cfr. A. Piñero). Parafraseando lo que decía Duns Escoto a los que negaban la contingencia, estos desconocedores o falseadores de la historia y del diccionario se les puede decir: “A los que llaman nazis a sus adversarios en el Parlamento habría que encerrarlos en un campo nazi hasta que se dieran cuenta de lo que es el nazismo”. Lo mismo podría decírseles a quienes comparan a los huidos de la justicia con los exiliados del franquismo. Falsean o distorsionan la historia y el diccionario porque los ignoran, o porque los desprecian, para engañar y excitar a sus fieles y provocar al resto del mundo,  ¿o porque "cree el ladrón que todo el mundo es de su condición", o porque "de la abundancia del corazón habla la boca?" Uno de los que escuchaban preguntó: "¿Y si tienen razón?" 

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