Una cosa es la legalidad y otra la legitimidad. Los recortes que nos hace el gobierno son legales pero no son legítimos mientras el Gobierno y la Troica no recorten la pensión de Magdalena Álvarez, los sueldos y dietas de los diputados europeos, los coches oficiales y otros mil privilegios que tienen los políticos. La Troica viene a España a pedir más recortes pero los Troncos cobran sueldos millonarios y disfrutan de privilegios que harían sonrojar a cualquier persona decente. Los ilegítimos no son los hijos nacidos fuera de matrimonio, en Galicia les llamaban “fillos da silveira” o “fillos de poula”, sino la gente que abusa de sus puestos de poder para exigir a los demás lo que no hacen ellos. Todo nacido es nacido como todo el mundo. Es la vida de cada uno la que nos hace legítimos o ilegítimos, buena gente o mala gente.