La mallorquina María Antonia ha sido condenada a la carcel pero aún no he escuchado en ningún medio que la justicia la obligue a devolver todo lo adquirido con malas mañas. El presumiblemente contrabandista está durmiendo en la carcel pero lo que realmente sería interesante es que ingrese en las arcas públicas lo que ingresó en su cuenta con el contrabando. La moral dice que un pecado de robo no se perdona hasta que el ladrón devuelva lo robado.