Sentido común

Estábamos tomando café. El padre llamaba repetidamente la atención al hijo de 34 años con una deficiencia genética. “Estoy cansado de repetirte siempre la misma cosa”, dijo por fin el padre al hijo. “Pues no la digas y no te cansarás”, exclamó el hijo que siguió haciendo lo que estaba haciendo como si no pasara nada. Todos nos reímos a carcajada limpia. Alguien de nosotros comentó: “No sé que le falta. En todo caso le sobra lógica y sentido común”
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